Luego de haber grabado una de las joyas máximas de la historia del rock en 1979, The Clash se encontraba en el punto más alto de su creatividad e ingenio, y querían demostrar sus capacidades como músicos, como compositores y como innovadores. Fue así que surgió la idea de grabar un álbum aún más diverso que London Calling, con más eclecticismo y con una mayor apertura hacia sonidos nuevos y propositivos.
La idea de mezclar muchos géneros en un sólo álbum es muy arriesgada, más aún cuando se trata de un álbum triple con 36 canciones, y más aún cuando se tiene a cuestas una obra maestra como lo tenía la banda con su obra anterior. En toda esta ecuación, había más posibilidades del fracaso que del éxito. Y así fue que vió a la luz Sandinista!, un álbum excesivo pero interesante. Al final de cuentas, era imposible que superaran lo hecho con London Calling, así que lo más que nos queda es disfrutar de las buenas canciones que contiene este álbum, a pesar de que carezcan de cohesión o humildad.
Y cuando hablo de estas canciones, me refiero a temas como el excitante "The Leader", el innovador "Rebel Waltz", la rockera "Up In Heaven (Not Only Here)", la deliciosa "Corner Soul", además de otras joyitas como "Lose This Skin" con sus tintes celtas, "The Sound Of Sinners" con sus aires de rockabilly, o "Shepher's Delight" y su ritmo reggae tan delirante como exquisito.
Por lo demás, la banda quiso abarcar mucho y terminó apretando poco. Y es una lástima porque el álbum tenía el potencial para ser el siguiente paso hacia adelante. Sin embargo, no podemos quejarnos, pues de 36 canciones tenemos mucho material para elegir y admirar.
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