viernes, 28 de agosto de 2020

El metal ochentero

 


Desde el nacimiento del género, en los años sesenta, hasta su perfección con Deep Purple y por supuesto, Black Sabbath, el heavy metal siempre ha sido uno de los sub géneros más controversiales del rock, ya sea por la apariencia de sus músicos, sus letras cargadas de simbolismos profanos, blasfemos y grotescos incluso, o sus espectáculos decadentes en vivo. Sin embargo, en términos musicales, se trata de uno de los pilares del rock, tal y como se concibe. Y si el género adquirió mucha fuerza, fue gracias a la enorme evolución y los diversos contrastes que adquirió durante la década de los ochentas, en la que pasó de ser un oscuro y denostado subgénero, al sonido más importante del rock popular.

Sin embargo, creo que es importante delimitar los 3 principales cursos que tomó el género en dicha década. Dos de ellos se desvanecieron al finalizar el decenio, y uno más se refugió en los oscuros pasajes subterráneos del rock. 


1. Hair Metal.

Se trata de la vertiente más popular del metal ochentero, y la menos sustanciosa. En este sonido, se preponderan los ritmos sencillos, el sonido de guitarras semi estridentes, con una armonía accesible y el uso de melodías simples. Lo más destacable del género es la apariencia de los músicos, con peinados extravagantes, vestimenta llamativa y el uso de maquillaje. Y el hecho de que este sea el rasgo más distinguible de un género musical, nos habla de lo poco artístico que es en realidad. Algunas de las bandas nacieron con este sonido, y otras (Van Halen, Judas Priest, Ozzy Osbourne, Kiss, etc) lo adaptaron de las tendencias metaleras que surgieron específicamente en Los Angeles, cuna del Hair Metal.

La temática de las canciones se centraba en la diversión, la misoginia, el alcohol, y en algunos casos, temas románticos sin más. La misma naturaleza del género no daba para una profundización mayor. Es así que bandas como Twisted Sister, Bon Jovi, Van Halen, Poison, Ratt, Whitesnake, Quiet Riot, etcétera, tuvieron sus años de auge en Mtv, y hoy en día se les recuerda como representantes de una de las épocas más ridículas y pobres del rock como género. 

Aquí un par de ejemplos de este sonido, en primer lugar está la canción quizás más exitosa del Hair Metal, y que musicalmente ha podido resistir el paso del tiempo, aunque la apariencia de los miembros de la banda no. Se trata de "Livin' On A Prayer", una canción bastante melódica y accesible, que a pesar de contener todos los clichés del género, también respeta mucho  la herencia rockera de sus antecesores setenteros y sesenteros, y ello hace que la canción sea de las pocas bien hechas del frívolo sonido ochentero.


El segundo caso corresponde a algo más representativo del grueso de agrupaciones hairmetaleras, se trata de Warrant, y su canción "Cherry Pie", una muestra del poco aporte musical del sonido al rock en general, y una de las razones por las que los ochenta son una de las peores épocas del rock.

Finalmente, el mejor aporte del Hair Metal al rock, fue el surgimiento de Guns 'n' Roses, y su poderoso álbum debut "Appetite For Destruction", el cual básicamente fue un oasis en un desierto musical, pobre y desolado. Si bien, la música ha resistido el paso del tiempo, la banda jamás pudo igualar la calidad de su álbum debut, y lo que parecía ser una posible evolución del Hair Metal en algo más sólido, quedó sólo en un álbum interesante, y nada más. 


2. NWOBHM

La nueva ola del Heavy Metal Británico (NWOBHM por sus siglas en inglés) fue un movimiento breve y contundente que formó parte de la primer mitad de los años ochenta, en la que surgieron bandas con el espíritu rocanrolero, con una tendencia a la apariencia ruda, y con un virtuosismo musical excepcional, especialmente en el uso de las guitarras. Además, en algunos casos, la música adquiría una velocidad importante, siendo el sonido punk el elemento más destacable dentro de esta nueva oleada del Metal británico.

Así, mientras las bandas clásicas de heavy metal, como Led Zeppelin o Deep Purple, se encontraban al final de su época dorada, surgieron agrupaciones como Judas Priest que asumieron el rol metalero que les correspondía, y dieron pie a este movimiento tan peculiar. También podemos nombrar al Def Leppar primigenio como parte de los precursores del movimiento, aunque desde una perspectiva más popera y menos punkera. Sin embargo, la banda que definitivamente llevó este sonido a otro nivel, fue Iron Maiden, quienes adoptaron el sonido y lo hicieron todo lo hardcore posible, no sólo en sus letras y referencias demoniacas, sino en el virtuosismo y complejidad de sus canciones.

Pero centrémonos en el primer ejemplo de este sonido, digamos, el más accesible. Deff Lepard antes del cambiar de bando, con peinados no tan extravagantes como los del Hair Metal, y con ese sonido popero tan característico, de su canción "Photograph".

Ya adentrándonos más en la parte más medular del sonido, tenemos el ejemplo de Ozzy Osbourne, quien resultó ser demasiado extremo para permanecer en Black Sabbath, y en su carrera en solitario adoptó este sonido, en especial en su primer álbum ochentero, del cual se extrae "Crazy Train", famosísima canción, en la que destaca por encima de todo, el virtuosismo del joven guitarrista, Randy Rhoades, quien moriría poco después. Esto, a pesar de sonar indudablemente ochentero, es significativamente más hardcore que todo el Hair Metal junto.


Para cerrar, dos canciones de la banda más representativa de esta corriente metalera: Iron Maiden. Su álbum "The Number Of The Beast" es quizás el mejor que publicaron, los sonidos son poderosos, veloces y ejecutados con una perfección académica. En el primer caso tenemos la canción más famosa de la banda, "Run To The Hills", en donde la figura de Bruce Dickinson, con ese falsetto poderosísimo, adquiere una dimensión majestuosa. Y no sobra resaltar nuevamente, la labor de la banda en la ejecución es de auténticos maestros instrumentales. No es sólo la precisión, sino la precisión a esa velocidad. 


Y por otro lado, mi canción favorita de ese mismo álbum, "Children Of The Damned", en la que se sacrifica un poco la velocidad de interpretación, pero a cambio se obtiene un sonido mucho más denso y pesado, y que al final nos deja con una sensación de poder más satisfactoria.


3. Thrash Metal.

Este es el sonido que definió al Heavy Metal para la posteridad. El inicio del sonido más extremo jamás creado, en el que el virtuosismo no es una opción, en el que la agresividad es requisito, en el que la velocidad determina el poder de la música y en donde las referencias satánicas van un paso más allá, haciéndolas parte elemental del sonido y la lírica. Este sonido era completamente subterráneo en sus inicios, se contraponía al rock complaciente de la superficie. Aquí se buscaba reventar tímpanos y en aras de conseguirlo, se estaba dispuesto a llevar a la melodicidad y la armonía a sus extremos más arriesgados, en donde apenas sí se podían distinguir las notas y las secuencias melódicas entre estas. 

Fue así que en L.A. surgieron los llamados 4 grandes del thrash: Metallica (obvio), Megadeth, Slayer y Anthrax. Si bien, las 4 bandas son las más representativas del género, ninguna se podría concebir sin la existencia de Metallica, la banda que lo inició todo, o si no, por lo menos la que lo llevó a un plano más musical, universal incluso. Porque todos tenemos una parte, aunque sea muy pequeña, que se identifica con toda esta agresividad que sacude nuestros oídos desde la primer escucha. 

Del thrash es que se derivan todos los sonidos extremos del metal, como el speed metal, el death metal o el black metal, sonidos que muchas veces ya son francas exageraciones de agresividad, carentes de estructura o sentido alguno, y que relegan al metal más a un sector social marginado, y se relaciona más con un aspecto tribal, que con un aspecto artístico. Pero centrémonos en escuchar cómo sonaba este sub género en sus inicios.

En "Seek And Destroy", primer tema importante de Metallica, podemos hallar la relación de este heavy metal con los dos vistos previamente. No es tan rápido, no es tan agresivo, incluso la voz de James Hetfield suena muy joven

Sin embargo, posteriormente la banda refinaría su sonido, específicamente con su álbum de 1986 "Master Of Puppets". En ese mismo año, Megadeth nos deja el siguiente ejemplo, titulado "Peace Sells", en el que igualmente podemos ver un claro parentezco del sonido de este metal con el de sus dos hermanos presentados en este mismo texto. Evidentemente es un sonido más oscuro, pero no dista mucho de lo antes escuchado. Aún no se alcanzaban los límites de lo audible. 

Para cerrar el artículo, dejamos dos de los temas que colocaron al género como un verdadero revulsivo a nivel artístico. Primero la canción más emblemática del género, "One" de Metallica, un tour de force progresivo y maravilloso que se mantiene en  un constante ascenso, y en el que la banda llevó al género a su punto más artístico, cosa que jamás volvería a suceder. Y en segundo lugar, Slayer y su transgresora "Raining Blood", en la que podemos escuchar el que considero, es el extremo más extremo de lo audible, de lo comprensible, de lo coherente, en términos de música. Los sonidos son absolutamente delirantes, los cambios de ritmo son tan impensables como inesperados, la velocidad de la música alcanza por momentos a ser imposible de igualar, y el trabajo de los instrumentos creó un parteaguas en el género (especial atención al uso del doble bombo en la batería, a un ritmo frenético). Por cierto, considerada la canción más "pesada" de todos los tiempos.



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