jueves, 20 de agosto de 2020

Volteemos a ver a The Warning

 


Cuando yo tenía 20 años, era un adolescente sin oficio ni beneficio, un joven con mucho potencial, totalmente desperdiciado en un taller de carpintería, viviendo al día y sin ningún objetivo a futuro. Cuando yo tenía 18 años recién había perdido la oportunidad de estudiar la universidad; estaba en una fase de apatía y sin ganas de hacer nada por nadie, ni siquiera por mí mismo. Cuando yo tenía 15 años estaba cursando tercero de secundaria, en el que quizás haya sido el peor año escolar de mi vida, sufriendo de bullying y abusos por parte de infinidad de personas (profesores incluidos). Sin embargo, en esas 3 edades hay un elemento en común, que persiste incluso hasta el día de hoy, a mis 32 años: el amor por la música, y el sueño de ser un músico de rock. En aquellos días, mi refugio era mi habitación, en donde ponía música de rock a todo volumen, mientras simulaba tocar una guitarra y cantar frente a un público de miles de personas. No sólo eso, por lo menos 2 de mis hermanos compartían conmigo esa pasión y amor al rock. Incluso, más pequeños, jugábamos a ser una banda de rock. Pero el tiempo pasó, nos hicimos adultos y los sueños se fueron por donde se van todos los sueños juveniles.

Es por ello que cuando me enteré que había un grupo mexicano de rock, conformado por adolescentes que además eran hermanas, despertó en mí una curiosidad por conocer su música, su propuesta. Desde luego, que al saber que se trataba de una banda de rock mexicana, el 85% de mis ilusiones murieron, porque ya me conozco la historia de las bandas de rock de México. Esas bandas que echan desmadre, esas bandas que jamás maduran, ni en su música ni en su actitud; esas bandas que crean canciones fáciles para el público fácilmente apantallable. Llámese Zoe, Panda, Molotov, Moderatto, etc. Y mi mente me llevó a ese prejuicio, por lo que pensé que este proyecto musical sería más de lo mismo. Nada más alejado de la realidad.

Fue a principios del 2019, cuando en Facebook, una persona compartió un video de la banda, asegurando que se trataba de una gran propuesta nacional de rock. Conocí su historia, me emocioné, me prejuicié, pero al final de todo, las escuché. No sabía que en ese momento estaba descubriendo una de las joyas más grandes del rock de los últimos años. La canción que escuché se llama "Dust To Dust", y en el video salen las 3 hermanas, Daniela Villarreal (Dany) de 18 años de edad (hoy 20 años) en la guitarra, Paulina Villarreal (Pau) de 16 (hoy 18 años) en la batería, y Alejandra Villarreal (Ale) de 13 (hoy 15 años) en el bajo, tocando en vivo en el lunario del Auditorio Nacional. Mi cara fue de asombro, mi corazón latió, lleno de vida y de adrenalina, y mis oídos se deleitaron con una de las mejores interpretaciones en vivo que haya escuchado en la vida.

Así que decidí investigar un poco más sobre la banda. Dany y Pau comenzaron el sueño, desde muy pequeñas, con un campamento musical de verano. Ambas amantes del Rock Band, ese juego musical para consolas que yo tanto ansiaba jugar. Posteriormente Ale se les uniría para cerrar el triángulo perfecto. Vi el famoso video del cover que le hicieron a "Enter Sandman" de Metallica, cuando aún eran muy pequeñas, vi su presentación en el show de Ellen DeGeneres, vi su presentación en la Universidad de Nevada para Ted Talks, vi todo lo que se podía ver sobre ellas hasta ese momento, y mi asombro no disminuyó ni siquiera un poquito. Al contrario. 3 hermanas, virtuosas en sus instrumentos, componiendo sus propias canciones de rock, presentándose ante miles de personas. Estaban haciendo realidad mi sueño. Y no sólo eso, lo hacían con excelente música.

Me decidí a buscarlas en Spotify, donde encontré su EP "Escape The Mind", un trabajo muy avanzado, si se consideran las edades que tenían. Escuché su primer álbum, el maravilloso "XXI Century Blood", con ecos evidentes a Muse y a Paramore, entre otros, sin caer nunca en el plagio, en la imitación o en la calca. Aprendí a diferenciar la voz de Dany de la de Pau. Ambas con un rango vocal asombroso, Pau tiene una voz más rasposa y poderosa, y Dany tiene una voz multifacética, que lo mismo puede ser dulce y aterciopelada que potente y agresiva. Escuché el álbum de principio a fin varias veces, y me gustaron mucho todas las canciones, pero en particular "Shattered Heart", "Black Holes (Don't Hold On)", "When I'm Alone" y sobre todo "Unmendable", mi favorita del álbum. 

Sin embargo, la mayor sorpresa me la llevé al escuchar su segundo álbum, el genial "Queen Of The Murder Scene" de 2018. El álbum abre justo con la canción con la que conocí a la banda. "Dust To Dust", con ese riff de bajo ejecutado perfectamente por Ale, ese ritmo lento y poderoso guiado con una precisión inusitada por Pau, quizás la mejor baterista de la historia del rock mexicano, sin exagerar, además de su portentosa voz invitándonos a seguirla en un camino oscuro y sinuoso, pero musicalmente maravilloso, y Dany en las guitarras luciéndose como sólo ella puede hacerlo. 

Y es que el álbum es conceptual, está dividido en capítulos y nos narra de forma detallada una historia de un amor no correspondido, que se convierte en obsesión y llega hasta las últimas consecuencias. La madurez de las hermanas es asombrosa, tanto para la redacción de las letras, como para la interpretación musical, claramente más oscura que en su debut, por obvias razones. Todas las canciones son excelentes, brillantes, maravillosas, aunque en lo personal, mis favoritas son, obviamente, "Dust To Dust", además de "Crimson Queen" que resulta ser un tema poderosísimo a pesar de ser la "balada" del álbum, "The Sacrifice" con su progresión melódica de avanzada, "Hunter" con ese brillante y estimulante riff de guitarra, "Dull Knives (Cut Better)" de la cual estarían orgullosos James Hetfield y Lars Ulrich, y en especial "Queen Of The Murder Scene",  desde ya una de mis canciones favoritas de la vida, que además es un poderoso heavy metal de aires clásicos, que lo mismo nos remiten a Judas Priest que a Black Sabbath, y en el que Dany alcanza unas tonalidades de voz tan bajas en su papel de asesina, que dan escalofríos. 

Y la cosa no termina ahí, en 2019 publicaron su primer sencillo en español, "Narcisista", una canción tan contundente como brillante, con una letra mordaz y una música avasalladora, que desde el riff perfora las capas y capas de prejuicios que pueda haber sobre su primer tema en español, y termina por ser una de sus mejores canciones. Y estoy seguro de que lo mejor está por venir.

Así que por un lado, me emociona su música, la calidad de las canciones, los alcances artísticos de sus álbumes, pero también me emociona el hecho de que están cumpliendo mi sueño, están haciendo lo que siempre quise hacer, y lo están haciendo bien. Eso hace que, además de seguirlas como banda, tenga un cierto afecto especial por su proyecto, algo más entrañable y personal que igual me emociona mucho. 

Sólo espero que el mundo haga justicia a su enorme talento, ya que en México son tan ignoradas, y espero que todos volteemos a ver a The Warning, la joven banda que desde ya son una de las mejores agrupaciones de rock de la historia del país. Y lo que les falta.

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