lunes, 10 de julio de 2017

Elementos de análisis musical



La manera en que cada quien escucha la música, ciertamente es diferente, única y característica de la unicidad que todos por naturaleza poseemos. La apreciación del arte es por necesidad un acto de subjetividad, como la mayoria de los análisis que hacemos en nuestras vidas. Sin embargo, todos sabemos que obras como la Mona Lisa de Da Vinci, La Piedad de Miguel Ángel o la Novena Sinfonía de Beethoven son obras artísticas de calidad incuestionable, y de una trascendencia histórica prácticamente inigualable. La aceptación universal de estas obras como monumentos a la historia del arte también pone en tela de juicio la subjetividad de la opinión. Claro, se trata de obras supremas, pero cuanto menos populares son las expresiones artísticas, más borrosa se hace la línea del arte y las burdas expresiones pseudo-artísticas.

En el terreno de la música, además de la mencionada novena de Beethoven, obras como la Pasión de Bach, el Réquiem de Mozart, las Cuatro Estaciones de Vivaldi o el Lago de los Cisnes de Tchaikovsky, entre otras, son obras musicales de aceptación prácticamente universal, y es justo en este nivel de obras, que yo encuentro un patrón de conducta no tan visible en obras menos vistosas, aunque de muy buena calidad también. Qué pasa si alguien menciona que le "aburre la música clasica", o bien, que es muy buena música "para relajarse", o "para dormir". Lo único que se demostraría es que, más allá de la obvia incomprensión de la música como tal con sus elementos fundamentales, se estaría cayendo en el terreno de la ignorancia, no como un motivo de ofensa, sino como una razón para apreciar de tan paupérrima manera las obras musicales. Si esta situación la llevásemos a un terreno más convencional, podríamos deducir que, hoy en día, la subjetividad tiene más que ver con la ignorancia que con la independencia de razonamiento.

Ejemplos de esto podrían ser dos extremos diametralmente opuestos que se presentan con tanta frecuencia, que ya parecen ser un reflejo natural de la conducta de las personas. El primero es cuando se le pregunta a alguien su tipo de música favorito, y su respuesta es "de todo un poco". Una vez que afirma ser capaz de encontrar gusto a todo tipo de música, se le presenta música no tan convencional, como por ejemplo el álbum "Tago Mago" de la banda alemana de krautrock Can y, obviamente, dice no gustarle. Más allá de si conscientemente y con razonamientos lógicos argumenta su disgusto por el krautrock, su desdén tiene más que ver con su desconocimiento de dicha corriente musical. Y para cerrar con broche de oro, la frase de cajón incuestionable y sacrosanta con la que disculpa y se enorgullece de su falta de conocimiento, "en gustos se rompen géneros".

Es por ello que sería importante conocer los elementos de análisis musical en su nivel más teórico, que sirvan como herramientas base para un análisis posterior, individual y subjetivo, pero con razonamiento fundamentado. Es importante comprender que la música es la conjunción de 3 elementos, los cuales nunca deberán faltar en una expresión que pretenda ser artística: armonía, melodía y ritmo. Es decir, si yo, con mis dedos hago un sonido rítmico en la mesa o escritorio, estoy creando un ritmo, sin embargo, no estoy creando música, puesto que no hay melodías y armonías que sustenten mi expresión como tal. El ritmo es eso, la frecuencia numérica con que se mantiene un sonido, manteniendo coherencia y constancia. El ritmo es el sustento por ejemplo, del baile, aunque no es exclusivo un elemento con respecto al otro. Obras en ritmos complejos son imposibles de bailar, sin embargo, la frecuencia numérica del ritmo tiene sentido, y en su complejidad, mantiene una coherencia razonable, por lo que se mantiene en su estándar musical.

La armonía es la correcta conjunción de sonidos, que sean agradables, coherentes y expresivos, y que vayan de acuerdo con el ritmo. Si por ejemplo, en una canción de repente sonara un zumbido, o un estruendo que no tuviera ningún sentido con la temática de la canción, se estaría alterando la música. Así mismo, la correcta elección de instrumentos para interpretar alguna canción, es fundamental para incrementar o disminuir su calidad artística. Una cumbia metida en una canción de rock, no necesariamente es inaudible, pero ciertamente la mezcla de elementos sin sentido ni conexión cultural disminuye la calidad de la expresión musical. Es decir, se atenta contra la armonía musical.

Por último, la melodía es el alma de la música, todas las emociones y sentimentos, que van de lo sublime a lo grotesco, dentro de lo estrictamente humano y noble, se transmiten a través de las melodías de una canción, sonata o sinfonía. La originalidad y expresividad de las melodías es funndamental para alcanzar la gloria en el plano artístico. ¿Qué sería de la novena sinfonía de Beethoven sin esa melodía gloriosa que aparece en el último movimiento? Esta melodía es la más memorable de la historia de la humanidad, y es debido a que está tan bien hecha, que transmite múltiples emociones no sólo a los oídos o al cerebro de quienes le escuchan, sino a sus almas y corazones mismos. Aquí se evidencía la importancia de la melodía en la música. Cierto, si analizamos dicha obra, el ritmo jamás se pierde, y las armonías son fundamantales para alcanzar el éxtasis sonoro que todos hemos escuchado, pero el alma de la obra, es la melodía. Reitero, originalidad y expresividad. La misma melodía de siempre no funciona, el mismo sonsonete en cada canción no funciona.

Una vez comprendidos estos elementos, una vez que asimilamos la importancia de cada uno de estos, ahora sí, podemos analizar la música, podemos ser subjetivos y desechar obras no por desconocimiento o ignorancia, sino con conocimiento de causa y con elementos fundamentados que sustenten nuestra sagrada subjetividad. De nosotros dependerá el incursionar en expresiones musicales mucho más complejas (como el jazz) o disfrutar las mieles de las expresiones más simples y destellantes (rock, pop, blues). Ahora sabemos por qué el reggateón es tan vilipendiado por críticos y conocedores; se trata de sólo ritmo, con armonías horrorosas (gritos y percusiones primitivescas) y una ausencia de melodías, o melodías tan burdas como poco creativas. Ahora sabemos en qué radica la aceptación universal de las obras mencionadas al principio de este escrito.

Para finalizar, una pequeña muestra, una serie de vídeos que cada quien, ahora con conocimiento de causa, podrá juzgar sobre cuales se pueden aceptar como expresiones artística, y cuales no.









lunes, 3 de julio de 2017

Peculiaridades

Los seres humanos somos extraños, únicos y excepcionalmente irrepetibles. Sin embargo todos buscamos pertenecer a un grupo mayor, por instinto incluso. Nos volvemos capaces de eliminar o intentar eliminar esos razgos tan únicos que os diferencían de los demás, y pretendemos encajar por fuerza en alguna masa, sólo para ser parte de ella.

A mí me gustan mis peculiaridades, pero lo mío va más allá de ser distinto y defender mi unicidad. Pero más allá de si lo mío es raro o no, a mí me gusta pertenecer a grupos, mi familia siendo el principal ejemplo de ello. Pero, ¿qué es lo que hace que funcione mi pertenencia a un grupo, si no soy similar a casi nadie de los miembros? Pues que yo respeto, y que se me respeta. Y es que casi nadie quiere respetar, porque de ser así, todos podríamos partenecer a todos los grupos, sin miedo a que se nos excluya, se nos relegue o se nos aparte del núcleo social de dicho grupo.

La verdad es que nadie acepta a otros tal cual, y por ello se generan las distinciones, y por miedo a ellas, es que decidimos renunciar a nosotros mismos, y hallamos la vacía satisfacción de compartir gustos, preferencias, actitudes y hasta valores que no son nuestros en verdad. Es eso precisamente, el vacío de vivir en una soledad voluntaria, y en una compañía de cartón.

¿En dónde queda nuestro real yo? Eso casi nadie lo sabe. Todos vivimos en el autoengaño de que "así soy", porque es más fácil creer que somos ese ente que pertenece por pertenecer.

Imagino cómo sería una vida de diversidad humana, casi una utopía. Sorpresas incontables en cada esquina, en cada salón de clases, en cada empleo, en cada persona que uno se topa. Ni modo.

jueves, 29 de junio de 2017

La dureza de Van Der Graaf Generator


Ciertamente este es un álbum difícil de escuchar, un álbum atípico, en el que prácticamente no existen las guitarras eléctricas, y en donde los elementos encontrados apelan más a la densidad sonora que a la estética, sin que ello convierta a la música de este álbum en música fea, o inaudible. Es cierto, se requiere de una cierta paciencia para escuchar una a una las cuatro canciones que le conforman.

No será en la primera ni en la segunda escucha que logremos apreciar el arte detrás de esta superficio rocosa y áspera. Es más, a mí me tomó cerca de diez escuchas completas del álbum para hallar todos esos elementos que hacen de éste un estupendo álbum. Y es que los elementos integrados en el álbum nno facilitan la escucha, desde la ya mencionada ausencia de guitarras, pasando por la agresividad en la voz de Peter Hamill, las intrincadas y complejas melodías, los ecos al jazz más oscuro, y desde luego, la extensa duración de los temas (algo común en el rock progresivo).

Pero una vez superado eso, nos encontraremos ante una pieza única, una obra excelsa de principio a fin, y por momentos incluso, deliciosa. La abridora "The Undercover Man" es la pieza que más se acerca a la belleza de todo el álbum, y sí que lo es, aunque en un sentido poco cnvencional. La intensidad con la que cierra el tema es de destaarse, indudablemente. La banda quiso recibirnos con el tema más amable, para capturarnos y n dejarnos huir ante los tenebrosos sonidos de los tres temas siguientes.

"Scorched Earth" intensifica la agresividad, Hamill suena como un dictador que se alegra de la destrucción de la Tierra, mientras que los primeros minutos parecen tener una estructura más o menos convencional, pero esto se pierde rápidamente, y la canción transita por terrenos más ominosos, hasta desembocar en un riff de saxofones y otros metales en 12/8 que además de complejo, suena tan oscuro como esplendoroso, y que marca la mitad del tema. Posterior a esto, la estructura inicial regresa brevemente, y de ahí se comienza a gestar el intensísimo cierre de la canción, que constantemente asciende e incrementa la tensión. Para cerrar, un escalofriante feedback de guitarra (quizás lo único de guitarra que escuchemos en el álbum) nos pondrá la piel de gallina.

A continuación tenemos una de las canciones más difíciles de escuchar de todos los tiempos (bueno, quizás no es para tanto), "Arrow" es un compendio perfecto de la oscuridad y la agresividad de la que tanto se ha hablado. Sí, las percusiones iniciales no suenan tan intensas, y el acompañamiento de metales, si bien es excéntrico, no es tan oscuro como otros momentos del álbum. Pero una vez terminada esta breve introducción, y una vez que escuchamos a un Hamill (quien se debió dañar severamente sus cuerdas vocales luego de grabar esta canción) tan gruñón como gritón, nos damos cuenta que la intención del tema es ahuyentar a quienes tienen oídos sensibles. La canción tiene una estructura hasta cierto punto, simple. Introducción, tres estrofas con tres puentes y tres coros, y el cierre. Los coros son punto y aparte, si de por sí ya era agresiva la canción, los coros añaden tensión con su crescendo poderoso, y su desembocadura casi inaudible. Aún me cuesta trabajo escuchar esta canción completa sin hacer una mueca.

Por último, una canción tétrica aunque no tan agresiva, "The Sleepwalkers" es otra enorme canción, la cual se ve favorecida por ese riff de metales y vientos tan sonoramente accesible, que se repetirá durante la primer mitad de la canción. Lo mismo, la voz de Hamill parece ser más amable, más allá de que la temática lírica es una especie de versión setentera de The Walking Dead. Luego de una suerte de cha cha cha un tanto extraño, pero que increíblemente no suena tan mal, entramos a la intensa segunda mitad de la canción, en donde regresa la agresividad, pero ahora con aires de despedida que le otorgan una atmósfera interesante a la canción. De ahí, el cierre "circular" de los sintetizadores, sella el álbum, y nos deja con un sabor más agradable, sabiendo que hemos soportado un cierto grado de tortura sonora, no por calidad musical, sino por agresividad sonora.

Lo más destacable de este álbum es sin duda su rareza, su excentricidad única, y la manera en que la banda se supo distinguir de muchas otras bandas dentro de la escena no sólo progresiva, sino del rock en general. Ninguna otra banda suena de esta manera, y el hecho de que toda esta energía y originalidad la hayan condensado de manera excepcional en esta joya, la convierte en un objeto de culto y de colección.

martes, 27 de junio de 2017

Álbumes Históricos: Let It Bleed (1969)


El que, desde mi perspectiva, es el álbum más fino de los Rolling Stones, de principio a fin, Let It Bleed nos muestra a unos músicos en plenitud creativa e interpretativa, en tan sólo 9 canciones dejan constancia de su altísimo nivel musical, con una música que si bien de inicio no es la más destellante o atractiva, sí que lo es cuando se le escucha un par de veces y se asimila su homenaje a las raíces del rock.

En ese punto de la historia, el rock sufría un cambio generacional, los Beatles estaban agonizando como banda, la invasión inglesa estaba por terminar, la psicodelia era el sonido de moda, de una manera abrumadora todas las bandas querían ser psicodélicas, e incluso la psicodelia se encontraba también en una trancisión hacia el rock progresivo que predominó en la década siguiente. Ante esto, los Rolling Stones se arriesgaban no sólo a ser ignorados, por el hecho de no pertenecer a ninguno de estos movimientos de moda, sino que se les pudo haber catalogado de anticuados.

Nadie quería regresar al blues, al gospel, al country. Todos esos sonidos parecían haberse borrado del mapa de manera contundente, sin embargo, he aquí la prueba de que estos sonidos de antaño también podían evolucionar, y adaptarse a las nuevas corrientes sonoras. Y la mezcla de rock duro con blues amalgamó de una manera tan perfecta, que al día de hoy, músicos como Jack White aún siguen tocando el estilo y la fusión que de manera ingeniosa los Stones inauguraron hace casi 50 años.

La obra abre de manera portentosa con el tema más accesible del álbum, la rockerísima "Gimme Shelter", una canción abiertamente de protesta, con ecos al rythm & blues de 20 años atrás, pero con un poderosos background rocanrolero, y un coro gospel que se luce sobremanera. Repito, esta fusión que inauguraron los Rolling Stones fue tan fantástica que aún perdura, y la muestra de ello es el hecho de que esta canción suena tan actual y fresca como si hubiese sido grabada en este mismo año.

El segundo tema, "Love In Vain" es un triste blues (valga la redundancia) sacado de un bar de mala muerte, que se rinde ante la nostalgia propia de la soledad, y que con ecos al country, baja las revoluciones aceleradas del primer tema, de una manera incluso sana para nuestros oídos, puesto que con la intensidad de los temas que siguen, se necesitaba un respiro sonoro. Inmediatamente después, nos trasladaremos a una granja del sur de la unión americana, mediante las melodías de la típicamente redneck "Country Honk", sin que ello sea necesariamente algo negativo. El fiddle, o violín campirano, es la estrella de esta canción, de la que habría una versión rockera mucho más conocida; sin embargo, esta versión "rural" es la original del álbum, y como tal, enriquece en demasía el concepto del álbum, destacando otra faceta de las raíces del rock, además haciéndolo con una canción llena de melodías tan arquetípicas del género country, como memorables y cercanas al pop. Esta canción será de las más fácilmente recordables de todo el álbum.

En contraste, "Live With Me" es un enérgico rock duro, donde el riff de bajo nos dará la bienvenida, y posteriormente las poderosas guitarras y la trepidante batería complementarán una de las canciones más rockeras del historial stoniano. La letra resulta ser una sátira a la misoginia que se vivía en la época de manera tan natural e inadvertida, en la que el vocalista invita a una mujer a vivir con él, explicándole sus hábitos y requerimientos domésticos, para que ella se acople a ellos. Nada de esto funcionaría sin la energía transmitida por el rock de sepa de la canción. Especial atención a los momentos finales, en donde se destrampará dicha energía, y terminará explotándonos en los oídos de manera estremecedora. Por su parte, "Let It Bleed" es una canción mucho más tranquila, más cercana al rock pop de los Beatles, aunque preponderando una base bluesera que aparentemente es inherente a cualquier canción de los Rolling Stones, aunque ellos no se lo propongan así. La canción también va en constante crescendo, sin llegar a los niveles de explosividad de la canción anterior, pero sí logrand cerrar una canción que co las escuchas iremos apreciando y dándole su valor justo.

La segunda mitad del álbum abre con la impresionante "Midnight Rambler", un típico blues de la zona norte de los Estados Unidos, especialmente el que se hacía en Chicago, pero con una altísima dosis experimental que hace de este tema un auténtico viaje sonoro. El delicioso riff, la armónica tocada estupendamente por Jagger, y la base rítmica de altísima finura se destacan por igual, todos los elementos que conforman el tema son tan fantásticos que no dejan a los demás que resalten. Una de las canciones más disfrutables de todo el álbum. "You Got The Silver" es otro número de blues, ahora cantado por el guitarrista Keith Richards, que al igual que "Love In Vain" funciona de maravilla para relajar a nuestros oídos, aunque la de Richards es mucho más fina que la de Jagger.

"Monkey Man" es otra estupenda canción de rock, en donde las guitarras se lucen como en ninguna otra canción del álbum. Incluso podemos escuchar la alta influencia que esta canción tuvo en álbumes completos, como el "No Wow" de los Kills, de 2005, o el "De Stijl" de los White Stripes, de 2000. La correcta amalgama de sonidos anteriores con sonidos modernos se ejemplifica a la perfección en este tema, que nos hará amar más y más el sonido de las guitarras rockeras.

Finalmente la épica coda, esplenodorosa y majestuosa, "You Can't Always Get What You Want" es un tema que de inicio suena grandilocuente, con esos coros tan pulcros, tan europeos, pero que sólo son un falso inicio, puesto que la canción en realidad es un folk blues que se transforma en rock a lo largo de sus siete minutos de duración. En un determinado momento, los coros limpios se transforman en coros deliciosamente gospel, americanos y estremecedores; aunque cerca del final escucharemos ambos, se fusionan a la perfección sin sonar pretenciosos. La canción, como podremos anticipar, es una obra majestuosa y gigantesca, que cierra el álbum con la misma finura con la que abrió, y con la que se desarrolló.

La obra más sofisticada de los Rolling Stones, una obra que no tiene fallas, que no tiene momentos de debilidad, en la que los nueve temas son tan diferentes y con personalidades tan definidas, como conceptualmente hermanados. La obra que revivió las raíces del rock, las volvió a poner en el escenario de moda, y que las evolucionó en rock de raíz. Lo único que se puede hacer al escuchar un álbum así es algo simple: déjalo sangrar.

miércoles, 21 de junio de 2017

Recomendación express: Arthur Russell - World Of Echo (1986)



Un álbum tan exquisito como desconocido, esta joya experimental de 1986 representa la cima artística de este ignoto ejecutor y compsitor del cello y de otros instrumentos no menos inusuales, originario de Iowa.

Las delicadas atmósferas y las extrañas melodías hacen de esta obra un imprescindible de quienes gustan de sonidos nuevos, únicos y evocadores. Recomendadísimo de principio a fin, una joya que no se arrepentirán de haber adquirido.

Amantes de la nostalgia, amantes de la melancolía, amantes del indie, disfruten.


Track Listing

"Tone Bone Kone" – 1:05
"Soon-to-Be Innocent Fun / Let's See" – 9:36
"Answers Me" – 2:11
"Being It" – 5:17
"Place I Know / Kid Like You" – 3:28
"She's the Star / I Take This Time" – 4:57
"Tree House" – 2:15
"See-Through" – 2:10
"Hiding Your Present from You" – 4:17
"Wax the Van" – 2:11
"All-Boy All-Girl" – 3:44
"Lucky Cloud" – 2:53
"Tower of Meaning / Rabbit's Ear / Home Away from Home" – 4:38
"Let's Go Swimming" – 2:42