sábado, 8 de abril de 2017
Los 62 mejores álbumes de RPI: #7. Semiramis - Dedicato a Frazz (1973)
1. La bottega del rigattiere (6:01)
2. Luna Park (5:58)
3. Uno zoo di vetro (4:28)
4. Per un strada affolata (5:00)
5. Dietro una porta di carta (5:42)
6. Frazz (5:05)
7. Clown (4:34)
Aquí estamos ante otra obra maestra del rock progresivo italiano, un álbum lleno de energía y frescura, cosa que se entiende cuando nos enteramos de que los músicos integrantes de Semiramis eran tan sólo unos adolescentes de entre 16 y 18 años de edad cuando compusieron y grabaron este gran álbum. Ello se nota en lo osados que son musicalmente, arriesgando por momentos la capacidad de interpretar sus propias canciones y llevando a otro nivel la energía musical y los cambios de ritmo. La canción abridora es una joya. "La Bottega Del Rigattiere" es una canción dividida en dos partes, la parte inicial es la que contiene la estructura convencional de estrofa-coro instrumental-estrofa, la cual es llevada con una alta dosis de dinamismo rockero, con riffs potentes y percusiones enloquecidas, mientras que la segunda mitad de canción es más sensible y suave, sin perder la frescura y vitalidad, pero sí apostando por una mayor estructura de sonidos, incrementando el número de intrumentos utilizados en esta sección, y con ello también se enriquecen nuestros oídos por la amplia gama de sonidos armoniosos que escuchamos. esta es sin duda una gran carta de entrada para esta joven banda. El segundo track, "Luna Park", es otra canción que juega mucho con los ritmos acelerados, como el inicial, haciéndose presente por tan sólo un instante, para luego dar pie a la canción como tal, una pieza rockera en esencia, pero con interrupciones de sintetizadores y Hammond muy interesantes, los 8/8 fácilmente cambian a 4/4, y de regreso, mientras las secciones rítmicas juegan constantemente con las estructuras sonoras y se aventuran a experimentar en la marcha, sólo para deleitarnos más. "Uno Zoo Di Vetro" es más experimental, y las diferentes secciones que la conforman son aún más contrastantes una de la otra, por ejemplo, el inicio es deliciosamente melódico, con una guitarra acústica en su esplendor y una serie de estrofas cantadas con suficiente intensidad para que sea una sección más cercana a lo dramático que a lo sensible, pero todo esto se rompe con la fantástica segunda sección de canción, que es mucho más rockera, con un riff pesadísimo y unos arreglos sonoros alucinantes que nos hacen sentir como si estuviésemos escuchando a una banda de heavy metal y no a una banda progresiva. Nuevamente todo esto se rompe con la sección final que se trata de una serie de sonidos más calmos y que nos arrebtan toda la energía acumulada de las secciones anteriores. Demasiado arriesgue en este tipo de canciones pero que les rindió frutos maravillosos.
"Per Una Strada Affolata" es otra joya de canción, en donde desde el inicio nos dejan ver el altísimo nivel interpretativo que tienen estos jóvenes músicos; la primera sección es simplemente deliciosa y armoniosa a más no poder, todos los instrumentos involucrados aquí están al máximo de sus capacidades, sonando bien en conjunto e independientemente, en un momento tan inigualable como efímero. Posterior a esto, una deliciosa sección de guitarra acústica cercana a lo clásico, interrumpida por la melódica sección rockera central, un jugueteo de guitarra y unos cambios de ritmo guiados por un Moog salido de no sé dónde, y por último el protopunkero cierre, aceleradísimo y avasallador. "Dietro Una Porta Di Carta" nuevamente apuesta por los momentos de armonía musical (uno de los principales elementos de la música, y quizás el que menos se explotaba -a diferencia del ritmo y la melodía- en la época), esa combinación inicial de bajo en notas escaladas, con guitarra de acompañamiento, las percusiones simples y efectivas y el Moog luciéndose en su esplendor, es uno de los momentos de más disfrute en el álbum, y desde luego, se interrumpe por un vertiginoso riff de guitarra y Moog en conjunto, introductorios de la siguiente sección mucho más rockera y lenta, que nos guiará directamente al cierre de la canción. La mejor canción es sin duda "Frazz", que luego de la intensa introducción, retoma un poco la supremacía de las melodías que se presentó en la segunda sección del tema inicial, acompañados de una cortina de sintetizadores que bañan a la música de belleza y suavidad. Inmediatamente después le sigue una arriesgadísima sección rockera, sin aparente cuerpo musical y sólo un riff alocadísimo en medio de los grios del vocalista, que en apariencia no tiene ningún sentido, pero que en realidad sirve para contrastar con la sección siguiente, que tiene un toque más sinfónico en sus melodías, y que eventualmente desemboca en el increíblemente emotivo final de la canción ("per bambini neonati") adornado con un Moog que en este álbum se luce como en ningún otro. Una canción increíble. El final llega con "Clown", quizás la canción más intensa de todo el álbum, nos asombraremos desde ese sublime inicio de guitarra con cortinas de sintetizador y unas suaves percusiones; posteriormente el riff de la canción suena rockerísimo, y al momento de que el vocalista reaparece, la música detrás de él parece ser llevada por un tornado y todo suena revuelto, pero coherente aún así, no hay palabras para describir esto. Sólo a un adolescente se le hubiera ocurrido eso. Finalmente la sección final es mucho más tranquila y suave, para así cerrar un álbum en el que se arriesga demasiado en términos musicales y de estructura, pero sabemos que quien no arriesga, no gana.
Mejor tema (según yo): "Frazz"
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