martes, 29 de mayo de 2018
"Transformer" de Lou Reed: el fundamento del glam rock.
Cuando en 1969 John Cale abandonó a The Velvet Underground, dejó una marca que sería bastante notable en los álbumes posteriores de la banda. Hay un antes y un después de la era John Cale en la banda, c0n mayores experimentaciones, mayor arriesgue sonoro y un nivel de exquisitez musical más complejo, en el antes, y un mayor acercamiento al rock digamos "convencional" y menos psicodélico en el después. Lo que sí es curioso, es que los dos mejores álbumes de la banda son el primero y el último en el que participó Lou Reed. El primero, desde luego, el histórico grabado (es un decir) por Andy Warhol, con la voz de Nico en algunos temas; el último, el más popero y accesible de la banda, el delicioso "Loaded" de 1970, en el que se dejaba entrever la verdadera intención musical del líder de la banda.
Así que Reed se separó de su banda, y decidió empezar a grabar álbumes como solista, siendo "Lou Reed" el primero de ellos, a principios de 1972, sin mayor éxito y más bien anecdótico. Sin embargo, todos sabían del potencial del peculiar compositor, quien además llevaba una relación de amistad muy cercana con otro estupendo solista de la época: David Bowie. Ambos se influenciaron mutuamente, lo suficiente para que se notara en sus álbumes siguientes. Bowie grabó "Hunky Dory", y Reed grabó el álbum del que trata este escrito, el maravilloso "Transformer".
"Transformer" es un álbum de rock lleno de delicadeza, de belleza y de un poco de melancolía. Aunque claro, principalmente se trata de un álbum de rock, pero el rock en sí se encontraba en un proceso de transformación (transformer) debido al surgimiento del glam rock, del art rock y de otros elementos derivados primero del soul, y segundo del prog rock. Lou Reed y su "Transformer" fueron en ese sentido, pioneros de dicho movimiento, y este álbum es como la piedra fundacional del glam rock, sin que la intención de Reed fuera precisamente esa. Sin embargo, más allá de las etiquetas que se le puedan poner al sonido del álbum, se trata de una obra monumental de rock, llena de sensibilidad y de una contrastante combinación entre inocencia y sensualidad.
La obra inicia de manera melódica con "Vicious", la más cercana al sonido velvetiano del álbum, recordándonos por momentos la base rítmica y melódica de "Sweet Jane", pero sin ser de ninguna manera un autoplagio de dicha canción. Por el contrario, esta canción evoluciona hacia momentos más densos pero mejor logrados, pues desembocan en conclusiones musicales más gratificantes. El sonido de las guitarras es uno de los elementos más influyentes de la canción, y los poderosos solos de guitarra nos recuerdan que el álbum es esencialmente rockero. El segundo tema es la estupenda "Andy's Chest", con una clara influencia soul, o mejor aún, del llamado blue-eyed-soul, que es una derivación directa del primero, pero adaptada por músicos de raza blanca, con todas las características musicales inherentes a una u otra raza. Es por ello que la canción es un auténtico deleite. La base de guitarra, el bajo smooth y preciso, los coros masculinos de fondo y la sensualidad del ritmo son claras muestras de lo que mencionaba anteriormente.
El inicio del álbum parece no poder ser mejor, luego de dos temas supremos, sin embargo, sí que mejora, pues una de las canciones más emotivas y dulces del repertorio Reediano es "Perfect Day", una llena de melancolía, dulzura y amor. Nuevamente la influencia soulera está presente, y es algo que enriquece a la música de una forma suprema. La forma en que el coro se eleva por encima del resto de la canción, y luego baja suavemente a nivel de tierra, es simplemente sublime. Además de ser, líricamente, una de las muestras de sensibilidad más honestas del rock, con frases tan simples y tan significativas como "It's such a perfect day, i'm glad i spent it with you" o "You keep me hanging on". Tales palabras sólo se pueden decir por causa de un sentimiento, y sólo se pueden dedicar a una sola persona. De ahí que la canción tome mayor relevancia emotiva. Si como cereza del pastel ponemos el minuto y 20 segundos finales, con el piano y las cuerdas de fondo mientras Reed canta dulcemente "You're going to reap just what you sow", tenemos a una de las cimas artísticas más altas del glam, del rock setentero y del repertorio Reediano. Una maravilla.
Por su parte, "Hangin' Round" retoma un poco la aspereza del rock inicial, llevándola un poquito más cerca del terreno del mencionado glam, y con las guitarras como principales protagonistas de esta enérgica canción. La canción de hecho está perfectamente colocada, entre dos canciones más sensibles, para cerciorarse de que no nos olvidamos la intención general del álbum de hacer rock tan áspero por un lado, como sensible por el otro. Es así que alcanzamos otra cima artística del álbum en "Walk On The Wild Side", con sus referencias al country rock, sólo que con una dosis de suavidad y sensibilidad muho más marcadas. Las letras, que nos cuentan diversas historias entrelazadas por el título de la canción, enmarcan perfectamente la melancolía explícita de la canción, que a pesar de tener un ritmo semi juguetón (por cierto, perfectamente acoplado a la canción, aunque no parezca tan adecuado en un inicio, cosa que sólo a un brillante músico se le pudo haber ocurrido), no deja de ser un brillo musical y emotivo de otro nivel. Si no me creen, váyanse al final de la canción, y deléitense con el breve y bello solo de sax.
"Make Up" es otra suave canción, con adornos estupendos, que hacen que no sea precisamente una canción melancólica ni dulce, pero sí distinguimos la belleza de inmediato. La sección de metales que suena tan grave como precisa, es uno de los elementos más distintivos de la canción, y uno de los aciertos más grandes del álbum. Pero regresemos a la dulzura, ya que en ese rubro no hay canción que supere a "Satellite Of Love", una bella e inocente canción de amor a base de piano que no se anda con rodeos ni miramientos, es directa en su mensaje lírico y musical, y ello le incrementa la simplicidad, y por ende, la belleza general de la canción. La inmensa facilidad melódica del coro es el principal factor de supremacía de la canción, es la razón por la que nos gusta desde la primera vez que la escuchamos.
Y siguiendo la línea de grandes canciones, "Wagon Wheel" es otra estupenda referencia al rock sureño de los Estados Unidos, pero de cierta forma adaptada para que no suene del todo country, sino que se integre al sonido del álbum como pieza de rompecabezas, es por ello que, sin ser un rock del todo enérgico, ni ser tampoco una dulce canción, sí es una que representa a la perfección el sonido del álbum, una variante si se puede decir de esa forma, que enriquece al álbum y que por sí sola se sostiene como una de las mejores canciones del álbum. Mientras que el jugueteo sigue con "New York Telephone Conversation", una breve y divertida, y muy bien hecha, canción a base de piano, un poco a la ragtime pero con un trasfondo neoyorkino que trasciende al título, la música de inmediato nos traslada a la gran metrópoli, quizás para que no olvidáramos el origen del músico, quien a lo largo del ´´album ha estado probando sonidos originarios de otras partes de su país natal.
El final del álbum llega con dos temas que redondean a la perfección el álbum. Primero, "I'm So Free" es nuevamente un glam rock estupendo, como el que después se haria tan popular en los dos o tres años siguientes, con su ritmo acompasado y sus guitarras con ritmos breves y efectivos. Además está el gran ensamble vocal del coro, que es un detalle a destacar. Y por último, otra influencia soulera innegable en "Goodnight Ladies", como de cabaret pero con una estructura armónica perfecta, con el uso de metales y cuerdas que se destacan por encima de la sección rítmica simple, pero efectiva. No podía haber otra canción tan perfecta para cerrar el álbum como esta.
No sé si se trate del mejor álbum de Reed como solista, ya que muchos se decantan por su siguiente opus, el igualmente genial "Berlin", sin embargo sí puedo decir que este es mi particular favorito, gracias a su enorme sensibilidad y a su aceptación de la influencia negra en la mayoría de los temas, lo cual engalana y embellece a la música contenida en el álbum, y por ende, incrementa la calidad del mismo. Cerraré diciendo algo que ya todos saben: "Transformer" de Lou Reed es una joya imprescindible.
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