jueves, 15 de marzo de 2018

El Nacimiento del Dream Pop - Treasure, Cocteau Twins



El Dream Pop ces un género musical caracterizado por sus densas atmósferas, sus melodías melancólicas y su ambientación de ensueño. Es como el hijo del ambient con el pop psicodélico, hermano del rock gótico y del shoegazing. En cierta manera, podríamos decir que el nacimiento del género se dio en la década de los años 80, aunque para mi gusto personal, la primer canción de Dream Pop en la historia es "With A Little Help From My Friends" de los Beatles, sí, esa que cantaba alegremente Ringo Starr y que está bellamente orquestada y adornada al grado de sonar como sacada de un sueño. Evidentemente en aquel momento no se le adjudicó título alguno al género de dicha canción, pues pertenecía por sí misma a algo mucho, mucho más grande.

Así que, en el estricto sentido, puedo decir que el Dream Pop nació plenamente con un álbum de 1984 publicado por la peculiar banda escocesa Cocteau Twins, conformada por Elizabeth Fraser (voz), Robin Guthrie (guitarras) y Simon Raymonde (bajo), el cual llevaba por título "Treasure", un título muy apropiado para lo que la banda propondría en esta novedosa grabación. Es cierto que en sus dos álbumes anteriores, así como en sus diversos EP's publicados entre 1982 y 1984, la banda ya había mostrado indicios sonoros del pop de ensueño, sin embargo, la mezcla de éstos con sonidos del rock gótico y el post punk evitaban que como tal se terminara de gestar el estilo que, una vez hallado, no habrían de soltar en el resto de su carrera.

"Treasure" está conformado por 10 tracks, todos ellos con un nombre propio por título, y nombres de diversos orígenes y significados, por lo que no encontramos nombres ingleses comunes como John o Mark o Steve. No, los nombres elegidos por la banda son Ivo, Lorelei, Beatrix, Persephone, Pandora, Amelia, Aloysius, Cicely, Otterley y Donimo. Todas ellas de una manufactura muy refinada (acorde con los sonidos de la época) y con una elegancia innata que no está peleada en absoluto con la innovación y el uso de sintetizadores. Todo lo contrario, las cajas de ritmos, los órganos y demás sintetizadores son el fundamento base para la ambientación de la música, además claro, de la angelical voz duplicada de Fraser, ya sea en las estrofas principales o en los coros que de vez en cuando aparecen a lo largo del álbum.

De todos los tracks, quizás el más conocido es "Lorelei", dado su éxito comercial menor, sin embargo, estas canciones no están hechas para la radio, ni para ser escuchadas de manera individual; todas conforman un concepto meramente sonoro que se aprecia de manera unificada cuando se escuchan los 10 temas de manera continua, por lo que lo recomendable es eso, escuchar el álbum completo de principio a fin. Mi track favorito es "Beatrix", y no porque crea que es mejor que los demás, sino porque fue el primer tema del álbum que escuché, y el que me enganchó al sonido del álbum. Sin embargo, en las canciones no hay inconsistencia alguna que haga que desmerezca un tema con respecto a otro.

Desde la calidez de "Ivo" hasta la frialdad épica de "Donimo", pasando por la dulzura de la ya mencionada "Beatrix", el sonido semi industrializado de "Persephone" o "Cicely", la belleza de "Pandora" y "Aloysius" o la suavidad de "Otterley", que es todo lo ambient que puede ser una canción de dream pop, todas las canciones están recubiertas de un etéreo y denso aire que engalana e incrementa la sofisticación del sonido final. Cierto es que es inevitable el detectar que la música es ochentera; es una cualidad de la que muy poca música de esa época es capaz de prescindir, sin embargo, en el caso de este álbum, es un elemento que le favorece, ya que de alguna manera explotan ese sonido ochentero al grado de hacerle sonar bello y mágico.

Así que estamos ante un álbum plenamente fundacional, no por ser el primero en tocar ese género en la historia, sino por detonarlo a nivel mundial e influir a infinidad de artistas posterior a su aparición. Un álbum fundacional como el "Nevermind" de Nirvana, el "Revolver" de los Beatles, el "Never Mind The Bollocks" de los Sex Pistols, o el"Definitely Maybe" de Oasis, por mencionar a algunos.

Esto hace de "Treasure" una joya doblemente valiosa, muy a pesar de su poco reconocimiento con el paso del tiempo. Entonces, disfrutemos de un álbum denso pero accesible, bello pero extraño, calmo pero intenso. Una joya máxima de la década ochentera, y un punto de partida para muchas bandas excepcionales de años posteriores.

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