martes, 27 de marzo de 2018

Rock Progresivo Anglosajón: #54. "2112" - Rush (1976)



1. 2112: (20:32)
  • I) Overture (4:32)
  • II) The Temples Of Syrinx (2:13)
  • III) Discovery (3:29)
  • IV) Presentation (3:42)
  • V) Oracle:The Dream (2:00)
  • VI) Soliloquy (2:21)
  • VII) The Grand Finale (2:14)
2. A Passage To Bangkok (3:34)
3. The Twilight Zone (3:18)
4. Lessons (3:51)
5. Tears (3:32)
6. Something For Nothing (3:59)

Algunos pensarán que este álbum se encuentra muy abajo en esta lista. ¿De verdad el 2112 de Rush es el número 54? Pues sí, y la razón es muy simple: un álbum muy bueno cumple con una característica siempre, todas sus canciones, o la gran mayoría, deben de ser de muy buena calidad. Si un álbum tiene una canción monumental, pero otras 5 más o menos intrascendentes, se convierte en un álbum de mediano para arriba.

Es cierto que la obra que da título al álbum es gigantesca, suprema, monumental. Pero no se trata de un conteo de canciones, sino de álbumes, así que analicemos primero la parte negativa del álbum. Tenemos 5 canciones menores, ninguna pasa de los 4 minutos de duración, no tienen cohesión la una con la otra, y de no ser por "A Passage To Bangkok", todas son prácticamente olvidables. Es cierto que Rush apenas estaba ingresando a los terrenos del progresivo, ya que sus álbumes anteriores estaban más orientados hacia la corriente del hard rock y el heavy metal. Y ello es bastante notorio no sólo en este álbum, sino en el sonido total de la música de esta gran banda canadiense. Pero esta transición de géneros les hizo pagar factura en este álbum.

Ahora bien, pasemos al aspecto positivo. La banda, en su anterior álbum, titulado "Caress Of Steel" ya había escrito no una, sino dos suites progresivas, sin embargo estas eran más experimentos que canciones hechas. Por lo que fue hasta este "2112" que se dedicaron a hacer una suite progresiva con todas las de la ley, bien hecha de principio a fin, y vaya que lo lograron. La canción homónima es uno de los grandes himnos en la historia del progresivo, y hubo muchos elementos que ayudaron a que esto fuera posible.

Uno de estos elementos, que vale la pena recalcar mucho, era el nuevo baterista (de hecho su debut en la banda fue en el álbum anterior), el talentosísismo Neil Peart, quien además de suministrar una dosis de precisión y perfección inconmensurable en las percusiones (para mi gusto, uno de los 5 mejores bateristas del género), también aportó su enorme talento como escritor y letrista, por lo que "2112" tiene una historia perfectamente escrita y descrita, la cual nos hará disfrutar al doble o al triple la magnífica obra.

Con sus 7 movimientos, la canción nos narra la historia de una raza futura, que vive en la opresión artística y la supresión de los talentos individuales. Todos deben cumplir una función en la sociedad, y nada más. Todo esto sucede, bajo el mando de los malévolos Sacerdotes, quienes residen en el fastuoso Templo de Syrinx. Estos sacerdotes son perfectamente descritos en el segundo movimiento de la canción. Para el tercer movimiento, la historia da un giro, en el que un habitante de dicha sociedad encuentra un extraño artefacto de una raza anterior a la suya: una guitarra. Conforme la va explorando, descubre que dicho instrumento es capaz de producir algunos de los sonidos más hermosos que haya escuchado en su vida, así como sentir cosas que jamás había pensado que se podían sentir. Esto lo lleva a pensar que una vez que haga público su descubrimiento, todos se rendirán ante sus pies. Sin embargo, los Sacerdotes apagan su emoción al desacreditar tanto al instrumento, como a la raza anterior (la nuestra) a la que pertenece. Esto lleva al protagonista a la depresión, y luego de un sueño maravilloso en el que convivía con esta raza llena de virtuosismo y creatividad, su único razonamiento fue el encontrarles en una vida posterior, por lo que se suicida. Sin saberlo, mientras él termina su propia vida, su sociedad, la cual conoce el nuevo descubrimiento y sus capacidades, decide rebelarse ante los Sacerdotes, conllevando esto a una sangrienta guerra en la que las fuerzas armadas terminan por suprimir a la rebelión.

Musicalmente, la mezcla de hard rock con pasajes progresivos la ejecutan de manera magistral, y en cada una de las secciones descubriremos una nueva faceta de la banda, las cuales pasan del hard rock, al rock pop, y de éste al proto-punk, terminando con un trágico riff de desenlace, el cual se empalma con el igualmente trágico final de la historia. Los músicos -el ya mencionado Neil Peart en la batería, el genial Alex Lifeson en la guitarra y el poderosamente vocal Geddy Lee, quien también se encarga del bajo y los teclados- demuestran su altísimo nivel de virtuosismo a lo largo de los 20 minutos y medio que dura la obra, y en ningún momento hallaremos un bache o un momento en el que la música decaiga. Por sí sola, esta canción hizo que el álbum apareciera en la lista. Sin duda, una de las 10 mejores canciones en la historia del progresivo.

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