jueves, 29 de marzo de 2018

Un disco inusual - "Any Other City" de Life Without Buildings



Generalmente estamos predispuestos a rechazar todo aquello que nos sea desconocido o nos parezca extraño. Solemos acomodarnos a la familiaridad de lo conocido, y difícilmente buscaremos alternativas desconocidas por iniciativa propia. Esta máxima aplica en todos los aspectos de nuestras vidas, y en ello incluyo por supuesto, a nuestros gustos musicales. Es cómodo estancarnos en un estilo, o en algo que a la mayoría le parezca aceptable, y salirnos de esos lineamientos suele ser algo difícil de hacer.

Ahora bien, para aquellos que conocen un poco más a fondo la música, y que pueden presumir de haber escuchado algunos de los álbumes más extraños de la historia, aún les genera cierta incomodidad algún elemento distinto de un género que ya conocen. Es el caso de mucha gente que escuchó a la banda escocesa Life Without Buildings, quienes en 2001 grabaron su único álbum, el delirante y poco conocido "Any Other City". La banda tiene un estilo muy marcado: hacían indie rock con elementos de garage y pop. Sin embargo hay un elemento que les distingue de manera muy marcada: la constante vocalización de Sue Tompkins, quien más que cantar, simplemente recitaba con inusitada energía las letras que ella misma iba improvisando en su cabeza.

A mi gusto, este es un elemento maravilloso que, aunado a la música que por momentos es enloquecida y por otros es melancólica, hace de este álbum una joya escondida, una perla dispuesta a ser descubierta y admirada por todo aquel que se atreva a hacerlo. El álbum, por consiguiente, es más que un álbum indie entre muchos que pasaron al olvido, es más bien una delicia que vale la pena destacar y resaltar por encima de lo más comercial, dentro de ese mismo género, que se ha hecho en los últimos 20 años.

La banda no descubre el hilo negro, ni pretende hacerlo, simplemente hicieron un álbum con una enorme frescura, que viene a renovar nuestros ánimos y deseos de encontrar propuestas nuevas, diferentes y arriesgadas. También sé que no son los primeros ni los últimos en hacerlo. Es justo aquí donde la calidad musical y conceptual hace acto de presencia, pues si el álbum se destaca, además de lo ya mencionado, es por la enorme calidad de todas y cada una de sus canciones. No existe la típica canción de relleno, ni la clásica canción para la radio. Todas las canciones mantienen una misma tónica que hacen del álbum un todo dividido en 10 partes, pero que funciona como una obra total y no como una simple colección de canciones.

Desde "PS Exclusive" hasta la maravillosa "Sorrow", todas las canciones son entermanente disfrutables, aunque si me piden una favorita, estaría indeciso entre "The Leanover", "14 Days" o "New Town". Si embargo, no las destaco por que sean mejores que el resto, sino por un mero gusto personal por esos temas. Desde un punto de vista más objetivo, tengo que decir que todas las canciones son tan buenas como la anterior, y la posterior.

Así que aquí dejo testimonio de un gran álbum (de esos álbumes perfectos para viajar), del que muy pocas personas han escuchado, y que, a pesar de no ser el álbum que cambiaría el rumbo de la historia musical, sí es uno de esos que años después será redescubierto y revalorado como una de las propuestas más originales y maravillosas de la primer década del nuevo milenio. Y con todo merecimiento, pues es (reitero) una absoluta delicia de principio a fin.

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