martes, 24 de abril de 2018
Rock progresivo anglosajón: #15. "Voyage Of The Acolyte" - Steve Hackett (1975)
1. Ace Of Wands (5:23)
2. Hands Of The Priestess Part I (3:28)
3. A Tower Struck Down (4:53)
4. Hands Of The Priestess Part II (1:31)
5. The Hermit (4:49)
6. Star Of Sirius (7:08)
7. The Lovers (1:50)
8. Shadow Of The Hierophant (11:44)
Una vez que Peter Gabriel abandonó Genesis, sus integrantes decidieron tomarse un tiempo libre para relantearse sus inquietudes artísticas, y lo que sería el futuro de Genesis. Sin embargo, el guitarrista de la banda, Steve Hackett, tenía mucho material que no necesariamente se acoplaba al estilo de la banda, o al gusto general de sus demás compañeros, por lo que en 1975 decidió grabar su primer disco como solista, el maravilloso "Voyage Of The Acolyte", que prácticamente es un disco más de Genesis, pues en él participaron Mike Rutherford y Phil Collins en el bajo y la batería respectivamente.
De hecho, podríamos considerar a este como un álbum más de Genesis, uno que se sale del esquema y que en realidad es uno de una calidad artística que no se había visto en otra obra de la banda. Finalmente el disco apareció como de Steve Hackett con colaboraciones, ya que las composiciones son suyas en su totalidad. Sea como sea, estamos ante una de las obras más finas y poderosas del rock progresivo setentero. Ocho son los temas que conforman este álbum, y todos ellos son una maravilla de principio a fin.
La inicial "Ace Of Wands" está dividida en dos mitades, una muy acelerada que a su vez está subdividida en pequeñas secciones que van de lo épico a lo rockero, incluyendo un complejísimo riff de guitarra, además de tambien tener momentos calmos y delicados. La segunda mitad es un tanto más plana que la primera, pero de alguna manera suena novedosa, quizás por la explosiva (literal) transición que las une o por su extraño ritmo, entre acústico y frenético. El segundo tema, "Hands Of The Priestess Part 1" es una deliciosa y delicada pieza instrumental, con sonidos tan suaves como hermosos, liderados por una flauta en sus octavas más altas, y una base de guitarra bellisima. Por momentos, suena célitica y en otros suena hindú, siempre dentro del margen de la estética musical más elevada.
Toda esa belleza se verá interrumpida de manera estrepitosa con "A Tower Struck Down", una poderosa canción que suena como pisadas de elefante, contundentes y firmes, y que por momentos raya en la epicidad gracias a los coros angelicales que, de manera experimental, adornan al explosivo tema. El trabajo de Phil Collins nuevamente se destaca, en un álbum que no es suyo, pero en el que hace un trabajo tan espléndido como en los mejores de Genesis. Por último, el cierre de la canción, primero con mellotrón y luego con el bajo de Rutherford es simplemente maravilloso. "Hands Of The Priestess Part 2" es un reprise de la primera parte, que de alguna manera cierra este mini-ciclo musical de 3 canciones, con la misma belleza y delicadeza que la primera parte.
"The Hermit" es la única canción cantada por Hackett, es una suave canción a base de guitarras, con algunos arreglos que le hacen sonar distante y melancólica, y que por momentos nos ayudan a entrar en esta atmosfera etérea que el artiista está creando para nosotros, y que con los sintetizadores se ve enriquecida en sus intentos. La capacidad de Hackett en la guitarra no sólo es técnicamente perfecta, sino emotivamente suprema. "Star Of Sirius" es una canción extensa que cuenta con Phil Collins como vocalista, y que nuevamente apela por la sensibilidad y el sinfonismo para estructurarla. Podemos destacar el excelso uso del mellotrón en esta obra en la primera parte de la canción, y una vez que esta estalla, es la base rítmica la que sostiene toda la epicidad y optimismo con la que la canción se ve adornada. El sube y baja emocional también es para destacar, así como la magnífica base de guitarra que está presente en todo el tema.
"The Lovers" es la típica canción de Hackett, corta, instrumental, con bellísimos elementos barrocos, y con una emotividad tan intensa como breve. Muy a la manera en la que lo hizo en "Foxtrot" de Genesis, este breve y hermoso tema está justo antes del épico tema final. En este caso, "Shadow Of The Hierophant" es ése épico tema final, una delicia de principio a fin que se divide en dos partes: la primera es la que alterna los majestuosos coros instrumentales, tan ricos musicalmente como épicos, con las estrofas suaves y bellísimas, cantadas estupendamente por Sally Oldfield (hermana de Mike Oldfield), que con su delicada y sublime voz, acentúa la delicadeza de estas secciones. Otro elemento que acentúa la delicadeza es la guitarra de Hackett, y nos reafirma que es uno de los intérpretes más sensibles del rock progresivo en general. La segunda mitad de la canción es la del cierre, una un tanto extraña pero que se mantiene en la misma línea que el resto de la canción, y que de alguna manera, cierra el álbum con grandeza y majestuosidad.
El que pudo ser el primer álbum de Genesis sin Peter Gabriel, terminó siendo un álbum solista de Hackett, debido al acaparamiento de éste en la composición de los temas, algo con lo que los demás inegrantes de Genesis no estuvo de acuerdo. Y quizás esto haya sido para mejor, pues resalta el papel de Hackett dentro de la banda, y nos explica de mejor manera por qué la banda sufrió un terrible descenso artístico luego de su salida. Una obra majestuosa que corrobora el nivel artístico de este guitarrista.
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