1. The Musical Box (10:24)
2. For Absent Friends (1:44)
3. The Return of the Giant Hogweed (8:10)
4. Seven Stones (5:10)
5. Harold the Barrel (2:55)
6. Harlequin (2:52)
7. The Fountain of Salmacis (7:54)
El primer gran álbum de Genesis es uno que, más allá de sus altibajos (de los cuales hablaré en seguida) es una auténtica joyita progresiva. Ello se debe al propio estilo preciosista y sofisticado de la banda, el cual se podría considerar como sinfónico, aunque tiene mucha influencia del barroco del siglo XVIII, del cual eran amantes los integrantes de la banda. Antes de este álbum, en su anterior "Trespass", la banda ya mostraba indicios de su orientiación progresiva, sin embargo, fue hasta este álbum que consolidaron el sonido que sería su marca inigualable e inalcanzable, y el cual duraría por 3 álbumes más.
Un dato importantísimo que le añadío mucho valor al resultado musical del álbum, fue la adición de dos integrantes nuevos, los cuales serían fundamentales para que la banda alcanzara la gloria musical. Me refiero a Steve Hackett en las guitarras y Phil Collins en la batería y segunda voz. Ambos superdotados, con un talento supremo y con un estilo musical similar, que se acoplaría a la perfección a los otros 3 integrantes, Mike Rutherford en el bajo, Tony Banks en los teclados y el genial Peter Gabriel en la voz.
De los altibajos que mencioné anteriormente, me refiero específicamente a dos canciones: la chusca e irreverente "Harold The Barrel", la cual nos demuestra el aspecto teatral característico de la banda, pero desde un punto de vista poco acertado y que nos hará brincar a la siguiente canción en cuanto le escuchemos; y la final "The Fountain Of Salmacis", un excesivo y fallido intento de cierre épico, que suena exagerado y nos deja con un mal sabor de boca para cerrar el álbum. Sin embargo, dada la juventud de la banda, y la acoplación temprana de los dos nuevos integrantes, podemos pasar por alto estos dos fallos y pasar a los demás temas.
Desde el inicio, la abridora "The Musical Box" nos deja en claro que se trata de una obra maestra del progresivo. El perfecto manejo de la guitarra de doce cuerdas de Steve Hackett, aunado a la enorme sensibilidad en la voz de Gabriel, nos estremece en los primeros instantes de canción, a los que le siguen una serie de altibajos en el ánimo de la canción, que están perfectos y nos suben y bajan de manera estupenda a lo largo de los 10 minutos que dura la canción. Especial atención al cierre de la canción, lleno de emotividad y sensibilidad, la voz de Gabriel es un instrumento más, lleno de belleza y agonía. Sin duda es la mejor canción del álbum. "For Absent Friends" es un pequeño tema pastoral, cantado por Phil Collins, que sirve como un respiro y que nos ayuda a enfocarnos en lo que sigue, luego de haber escuchado semejante obra monumental.
Y es que en seguida tenemos otra joya, "The Return Of Giant Hogweed", una extraña y maravillosa canción que nos habla de una invasión de unos monstruos vegetales (heracleum mantegazziani) que se alimentan de la luz solar (fotosíntesis) y a los que aparentemente la humanidad es incapaz de detener. Gabriel nuevamente nos sorprende con su enorme capacidad vocal tanto para encarnar a los humanos como a los monstruos mismos, mientras el resto de la banda le acompaña con una música que suena esplendorosa y apropiada para el tema que estamos escuchando. Por su parte, "Seven Stones" es una delicada y emotiva canción, evocadora y entrañable que, si bien no tiene muchos elementos progresivos, sí se acopla perfectamente al estilo del álbum por su elegancia y sensibilidad. Por último, "Harlequin" es una joyita, un regalo de la banda que nos lo dejan ahí, para nuestro deleite, y que retoma mucho del barroco que mencionaba al inicio de este texto. No nos costará nada de trabajo disfrutar esta pequeña maravilla.
Un álbum del cual podemos deleitarnos y disfrutar, tal y como los demás álbumes de la banda que aparecen en esta lista. Quizás su juventud, su falta de experiencia o el proceso de acoplamiento de los nuevos integrantes generaron algunas inconsistencias que afectaron al resultado final, sin embargo, no podemos negar que este álbum tiene algunas auténticas joyas del rock progresivo británico.
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