martes, 14 de noviembre de 2017

Historia del rock: Ragtime, desarrollo del blues y el principio del siglo XX

Blues notes en la escala musical


Una vez que los afroamericanos ya eran libres de la horrorosa esclavitud, también tenían la libertad de desarrollar su música sin mayores obstáculos (al menos no legales). Aún así, vivían en una marginación y discriminación que les forzaba a vivir en barrios negros, sin la oportunidad de mezclarse con los ciudadanos de ascendencia aria, y siendo rechazados por éstos de maneras inhumanas e indignas. Con todo lo horrible que esta situación era, como lo mencioné en un post anterior, esto fue un gran aliciente para que el rock existiera, y como hecho histórico, es fundamental para el desarrollo de la música popular de la segunda mitad del siglo XX.

Ahora los barrios negros estaban llenos de artistas sin nombre, talentos desapercibidos que sin un mayor afán que el de vaciar sus almas y contagiar a sus "hermanos", componían obras igual de desgarradoras que de anecdóticas. El blues ya estaba tomando forma. Ese blues que es el corazón mismo del rock, ese blues que fue fundamental para desarrollar el jazz, el soul, el rythm & blues, el funk y hasta el country más blanco (en cuestión de raza) que ha existido.

Comenzaba un nuevo siglo, y el blues evolucionaba inexorablemente. Se desarrollaron las llamadas "Notas de blues", que se refiere a las notas en la escala musical en la que se componía e interpretaba este naciente y trascendente género. Esto representaba una ruptura radical con lo que se conocía como "la manera tradicional de hacer música", tal y como se hacía en Europa. Aunque si bien, la estructura musical y armónica si mantiene el fundamento europeo, el alma de la música -es decir, la melodía- tenía un trasfondo africano innegable. A ello se le anexa el dolor y el sufrimiento, y la propagación de la música de la misma manera en que se propagaba ese sufrimiento, y dio como resultado el nacimiento de una música llena de angustia y de belleza.

A pesar de que no se tienen registros de que a esta música ya se le conociera como "blues", sí se sabe que entre la comunidad afroamericana se le llamaba "the blues" al estado de ánimo triste y melancólico en el que vivían debido al racismo y la marginación, así como al terrible sufrimiento de sus esclavizados ancestros. Entre la comunidad de raza blanca, a esta música se le llamaba "work songs", es decir "canciones de trabajo", canciones que los afroamericanos utilizaban mientras realizaban su trabajo, desde la esclavitud hasta su época de libertad condicionada.

Debido a esta falta de consolidación general del blues como género musical, se puede considerar al Ragtime como el primer género netamente estadounidense en existir. Se trata de una especie de marcha a base de piano que se creó a finales del siglo XIX, pero que alcanzó su mayor popularidad a inicios del siglo XX, gracias a su mayor exponente, el contrastante Scott Joplin.

Digo contrastante debido a que Joplin era un afroamericano muy estilizado musicalmente a la europea. De hecho, su ambición era que el rag fuera considerado tan de culto como la música culta del viejo continente. Él era un hombre estudiado musicalmente, un hombre refinado, alejado de la historia cruda de su raza, y sin embargo, en su música es innegable la tradición africana, el parentesco con el blues y la melancolía característica de los afroamericanos rechazados de la época.

El Ragtime como tal, puede considerarse como un puente entre la consolidada música culta europea, y la naciente música estadounidense, y es un evidente pilar para la construcción de géneros futuros, principalmente el jazz y el swing. Este es, entonces, el primer fundamento oficial del rock, la primer música cien por ciento norteamericana. Joplin dejó obras que hoy en día, a casi 120 años de ser compuestas, son lo suficientemente populares como para que se consideren históricas por sí mismas, y como para reconocer al género Ragtime, aún si jamás habíamos escuchado de él. "Maple Leaf Rag" y sobre todo "The Entertainer" son obras que quedarán a la posteridad, testimonios de cómo con el nacimiento del nuevo siglo, también nacía una tradición musical estadounidense que eventualmente contagiaría a todo el mundo de una manera contundente.

Joplin eventualmente moriría en 1916 debido a la demencia resultante de la sífilis. Tenía 59 años, y con él, prácticamente se murió el Ragtime. Murió sin saber qué tan trascendente sería su obra, murió en la ruina y en el anonimato. Un género que en 15 años logró sentar las bases, un género que debía tener una vida corta, lo suficiente como para influir en otros artistas, lo suficiente como para dejar el paso libre a las siguientes generaciones de músicos brillantes y hoy olvidados.