sábado, 25 de julio de 2020

10 canciones icónicas de los años 60



La canción es la forma claramente definida más pequeña de la música actual, en la que se integran elementos musicales que pueden conformar un concepto complejo que mezcla sonidos con palabras, o simplemente son un medio para la transmisión de un mensaje vocal. En cualquier caso, no podemos definir el impacto de un artista o de un músico sólo por su desempeño en canciones, puesto que sería como evaluar al pintor por uno de sus trazos, o al director de cine por una sola escena. Así que, por más tentador que sea, las canciones no son parámetros reales para identificar a los músicos más creativos. Sin embargo, dado que la radio (y sus múltiples descendientes, hasta llegar a las playlists actuales) se ha encargado de querer convencernos de que sí es así, y dada la trascendencia individual que pueden llegar a tener las canciones sobre nosotros, he elegido 10 canciones de la década de los sesenta que considero son las que más me gustan, las que más llenan mis criterios de lo que es la buena música, y que considero, han trascendido de mayor y mejor manera durante las 5 décadas subsiguientes.

10. "Light My Fire" - The Doors


La canción insignia de las puertas, fue uno de los temas más exitosos de la banda, y por supuesto, uno de los mejores. La canción es un tour de force que nos lleva de un punto A, calmado y melódicamente accesible, a un punto B extenuado y súmamente enérgico, en el que lo trascendente es el trayecto musical entre estos dos puntos, que nos lleva por sinuosos y maravillosos parajes sonoros, que a pesar de su complejidad, son absolutamente memorables e inolvidables. 

9. "God Only Knows" - The Beach Boys


En el momento en el que surgió la mayor inspiración de Brian Wilson, fue cuando compuso esta pequeña obra maestra, que más allá de su excesivamente romántica letra, lo destacado son las múltiples armonías logradas con un número pocas veces apreciado número de instrumentos que formaron parte de la canción. Si a ello le aunamos las de por sí maravillosas armonías vocales de los boys, más unas melodías exquisitas y un destello de creatividad e ingenio jamás visto hasta ese entonces, tenemos como resultado la canción que le voló los sesos a Paul McCartney. Por un brevísimo instante, los Beach Boys fueron la banda más creativa del planeta.

8. "Cyprus Avenue" - Van Morrison


Luego de la separación de Them, el irlandés Van Morrison decidió incursionar como solista, con un estilo más, digamos, folk pop. Estilo que en esta canción no está, puesto que en el álbum del que se extrae, Morrison decidió experimentar con los sonidos del jazz, y mezclarlos con su folk predefinido, para crear una mezcla exquisita, compleja, e increíblemente emotiva que daría como resultado, entre otras, esta maravillosa canción, una tan entrañable como desafiante, y que a mi parecer, se trata de la mejor canción de toda su extensa carrera.

7. "Strawberry Fields Forever" - The Beatles



Ya decíamos anteriormente que Brian Wilson fue el líder de la banda más creativa del mundo, por un breve instante. Ello terminó cuando una mañana, Wilson iba en su automóvil de camino al estudio para grabar con los Beach Boys, cuando el locutor de la radio presentó la flamante nueva canción de los Beatles, titulada "Strawberry Fields Forever". Wilson detuvo el automóvil para escuchar la canción detenidamente, y tras 4 minutos de música, se dio cuenta que debía renunciar a la música. Ya no había nada más que hacer, los Beatles lo habían hecho todo. Se retiró de su carrera musical por varias décadas. Y es que así de genial, brillante e inigualable es esta obra de arte musical.

6. "All Tomorrow's Parties" - The Velvet Undergroun & Nico



El famoso artista plástico Andy Warhol reclutó en 1967 a una banda de rock vanguardista radicada en Nueva York, y les financió su primer álbum con la condición de que aceptaran a la cantante alemana Nico en sus filas. A regañadientes, la banda aceptó, y el resultado fue uno de los mejores álbumes de rock de la historia, y justamente esta canción es la que yo considero que es la mejor de dicha obra. Una canción aparentemente lineal, pero con muchos matices emotivos y musicales, que nos hacen estremecer mientras la gruesa voz de la alemana nos cuenta las dificultades que tiene una chica para elegir su atuendo para todas las fiestas que tendrá el día siguiente. Un ejercicio meramente artístico, vanguardista y que, aún a nuestros días, no suena avejentado ni mucho menos.

5. "Tomorrow Never Knows" - The Beatles



Esta es la canción que lo detonó todo. Si bien, ya había indicios de la cultura psicodélica/ácida en algunos rincones de la Gran Bretaña, fue a través de la música de la banda más popular a nivel mundial (más popular que Jesucristo) que llegó a todos los rincones del orbe. 3 minutos de música hipnótica, con frases profundas y una ambientación entre hinduísta y lisérgica, la banda hizo un sinfín de experimentaciones en el estudio de grabación que pusieron a trabajar horas extra a los ingenieros de sonido, al grado de inaugurar muchas de las técnicas que hoy en día son de lo más comunes, como el uso de sampleos y loops, que en ese entonces eran físicamente corte-y-pega que le hacían a las cintas de grabación, insertando sonidos de aves, instrumentos al revés y otros sonidos distorsionados. El resultado, la canción más alucinante de la historia del rock, la que lo inició todo. 

4. "Bridge Over Troubled Water" - Simon & Garfunkel



De tanto en tanto, a los músicos les llega una oleada de inspiración que viene de algún lugar desconocido. Si tienen suerte, la enfocarán lo suficiente para hacer una canción, y si tienen aún más suerte, esa canción será de buena calidad. Pero sólo a unos cuantos músicos contados, les llega de forma tal, que la canción resultante es un auténtico trabajo celestial. Fue el caso de Paul Simon, quien hizo una de las canciones más bellas de toda la historia de la humanidad (sí, a ese grado) y tuvo el acierto de dejar que su compañero de mil batallas, Art Garfunkel, llevara la batuta vocal. Una canción celestial, un regalo del cielo, un destello del reino de los cielos, en 5 minutos de hermosa música.

3. "A Day In The Life" - The Beatles



Y hablando de inspiración divina, aquí no fue sólo en una canción, sino en todo un álbum: el multi aclamado Sargento Pimienta (Sergeant Pepper's) de los Beatles, el cual de forma magistral culmina con esta pequeña sinfonía, una canción en constante crescendo que, en el momento del clímax máximo, estalla con el sonido de 3 pianos simultáneos, tocando una misma nota. La coda perfecta para una obra maestra musical, una obra maestra que terminó por ser la insignia de la cultura popular del siglo XX, y el pináculo de la revolución cultural más importante desde hace algunos siglos. Ni más, ni menos.

2. "Good Vibrations" - The Beach Boys



Antes de retirarse de la música por casi 40 años, Brian Wilson nos dejó su última pieza maestra, una minisuite de surf barroco, con los elementos característicos de la banda: las armonías vocales perfectamente elaboradas, los sonidos provenientes de un sinfín de instrumentos, y una emotividad sin igual en todo el rock norteamericano. Así tenemos esta obra que es absolutamente universal, que sin importar de donde o de cuando seas, la escuchas y la disfrutas, al nivel que sea. Podrás sólo cantar el coro, podrás apreciar los cambios constantes de ritmos y ambientaciones, o incluso podrás apreciar cada nota  en cada tiempo, con cada armonía, melodía incrustada en el ritmo en el que se sostiene la obra, todos, invariablemente todos nos contagiamos de las "buenas vibras" de esta canción perfecta.

1. "Like A Rolling Stone" - Bob Dylan



Esta no sólo la considero como la mejor canción de los sesenta, para mí, es la mejor canción de toda la historia del rock. Un compendio de todo lo que se debe hacer en este sagrado género musical, con una base rítmica sólida, unas armonías que incluyen instrumentos insignia del género, como las guitarras, las percusiones y los órganos, una melodía contundente y memorable, una voz rasposa que no necesariamente debe ser la más virtuosa, pero sí la más sincera en su cantar, y por supuesto, una letra contracultural, que en este caso destroza inmisericordemente a la aristocracia y a la clase alta de la sociedad con una astucia y una gracia poética digna de un premio Nobel. La mejor canción de rock de todos los tiempos.

viernes, 17 de julio de 2020

Mis 15 Álbumes Esenciales de Rock Mexicano



Para quienes me conocen, saben que el llamado "Rock Nacional" no es algo que precisamente sea de mi agrado. La oleada de finales de los 80 y principios de los 90 del famoso "Rock En Tu Idioma" no me parece un movimiento artístico genuino, y sólo sirvió para catapultar a ciertas bandas al estrellato, más por su afinidad con la juventud mexicana ávida de figuras similares a las anglosajonas que idolatraban, que por su calidad musical. A mí, por ejemplo, jamás me gustó la música de los Caifanes, y a pesar de que reconozco 3 o 4 canciones buenas de dicha banda, no encuentro un álbum completo suyo que valga la pena. Mismo caso con Fobia, Maldita Vecindad, La Lupita, etc. Y en esa tónica se encuentran las banditas de los dosmiles, como Zoé, Volován, Porter y demás; así como las bandas de rock urbano ochentero que, si bien eran más genuinas, no tenían la calidad suficiente. Entonces, con eso estoy eliminando al 95% de las bandas de rock mexicano de todos los tiempos, y por ello , hacer una lista de 15 álbumes fue tarea difícil, pero lo logré gracias a las contadas excepciones que confirman la regla, y al movimiento progresivo del rock mexicano que pasó totalmente desapercibido en los años ochenta, así que esta es una excelente oportunidad para que todos reconozcamos el talento mexicano de estos 15 álbumes que a mi parecer, tienen una calidad artística realmente alta. 

15. "Cuatro Caminos" - Café Tacuba (2003)


Un maravilloso álbum de la destacada banda originaria del Estado de México, uno mucho más orgánico que su trabajo experimental anterior, incluso más rockero que cualquier cosa que se les haya escuchado. La banda de cierta forma se reinventa con el sólo hecho de renunciara la caja de ritmos, para usar una batería, cosa que jamás habían hecho. Con ello, las guitarras toman también un papel más preponderante en canciones como "Recuerdo Prestado", "Soy o Estoy" o esa maravilla que se titula "Qué Pasará". Otras canciones destacadas son la hermosísima "Mediodía", la espectacular "Camino y Vereda", la súper popular y cursi "Eres", la deliciosa "Puntos Cardinales", la animosa "Eo (El Sonidero), la escalofriante abrochadora "Hola Adiós" o ese portentoso homenaje a Radiohead titulado "Encantamiento Inútil" (igual me recuerda a "Rabbit In Your Headlights" de UNKLE), uno de los puntos musicales más altos en toda la historia de la banda. Este álbum es casi una obra maestra, sus canciones son de un altísimo nivel de calidad, y el cambio sonoro le da una frescura que hace de esta obra una de mis preferidas en todos los sentidos. Además que fue el primer disco de Café Tacuba que me compré a mis 15 años de edad, lo cual le añade un valor sentimental único. 

14. "0.720 Aleación" - 0.720 Aleación (1986)


Lo que nació como un proyecto de propaganda de nacionalismo para el mundo, que sería develado en el mundial de fútbol celebrado en México en 1986, terminó por ser un dolido, melancólico y muy artístico homenaje a las víctimas del terremoto de septiembre de 1985, con canciones instrumentales en su mayoría, se refleja ese orgullo nacional con sonidos de rock que mezclan elementos autóctonos, y que además lo hacen de forma espléndida con un cierto toque de virtuosismo, muy al estilo del rock progresivo que en aquellos años estaba teniendo un apogeo subterráneo en el país. El resultado es una nostálgica y maravillosa obra de rock autóctono, en la que el orgullo nacional está más presente que nunca, pero de forma muy diferente a como se había proyectado inicialmente. La obra tiene 2 partes principales, una con canciones en forma, todas ellas hermosísimas y dolientes a más no poder, y otra con breves instantes musicales que expresan paisajes de homenaje a las víctimas, al país mismo, y a quienes vivieron la tragedia. La obra tiene nulo reconocimiento hoy en día, pero dedicarle unos minutos a su escucha puede ser una actividad por demás gratificante, desde la breve abridora "Caifán", pasando por esa maravilla llamada "Tarahumara", el falso optimismo de "Danzante", la emotividad de "Para Estos Tiempos Tan Ciertos" (única canción con letra del álbum) o esa absoluta hermosura que es "Campana Del Silencio". Especial detalle a la portada, en la que se ve un anverso típico de las monedas nacionales, en donde sólo se alcanza a leer "unidos mexicanos", un claro mensaje de lo que el país requería en los momentos difíciles. Ojalá todos valoráramos esta que es una de las obras musicales más destacadas de la historia del rock mexicano. 

13. "El Poeta Del Ruido" - Decibel (1979)


Este es uno de los álbumes más difíciles de escuchar de toda la historia del rock nacional, difícil por su alto nivel de complejidad, por su uso constantes de elementos de jazz y rock progresivo de altura, que nos recuerdan al trabajo de los franceses Magma, y por ello es que también vale muchísimo la pena, pues no es una mera imitación de esta banda, u otras similares como Art Zoyd o  Univers Zero, sino que es una adaptación de estos sonidos intrincados y complejos, a través del filtro de los propios músicos, y el resultado es una obra majestuosa a su modo, un portento y un despliegue de virtuosismo creativo e interpretativo, en donde los sonidos divergen en mil ramificaciones diferentes para luego encontrarse una a una en formas tan ingeniosas como difíciles de apreciar en un principio. Es incluso válido decir que se trata del álbum más cerebral de la historia del rock mexicano, un auténtico reto para quienes no están familiarizados con este tipo de música, pero también una excelente oportunidad para descubrir y maravillarse con este inagotable y extenso mundo musical oculto e inexplorado. Ojo en especial a esa obra alucinante llamada "Terapia del Fakirato", un tema que nos volará los sesos.

12. "Estación de Sombra" - Nazca (1986)


Otra obra sumamente cerebral, en la que la banda explora los alcances del jazz dentro del rock, en sus diversas variantes, especialmente la del rock progresivo, con música bastante oscura y ominosa, pero a pesar de ello, realmente brillante. Con sólo escuchar la inicial "Estación de Sombra" podemos apreciar los alcances musicales de esta banda que sí o sí se le debe considerar de culto. Momentos de un caos ordenado y excepcionalmente interpretado, junto con un revoltijo en las entrañas y unas armonías complejas pero coherentes, hacen de esta obra uno de los puntos más altos del rock subterráneo que proliferó en México a mediados de los años ochenta, mientras en la superficie las baladas pop y los cantantes populares dominaban la escena en programas televisivos como "Siempre en Domingo". Al mismo tiempo que en un sector subterráneo tenía su apogeo el rock urbano, con bandas como El Tri, El Haragán y Compañia, Tex Tex, entre muchos otros, también había el progresivo subterráneo, de donde surgió esta ignota pero extraordinaria banda, con una calidad musical mucho muy superior a lo demás que se gestaba en la escena musical del entonces Distrito Federal, y con los elementos suficientes para que su fracaso comercial les catapultara automáticamente al estatus de agrupación de culto. Algunos otros temas destacados son la breve "Espacios En Torno", la alucinante y afrancesada (por su similitud al rock en oposición de ese país) "Mangle", la altamente compleja "En La Cuerda Floja" o la brillante "Nadja". Con esto se demuestra que el rock nacional va más allá de la oligofrenia y el desmadre eterno, y que no todo el producto presentado debe ser escatológico o decadente. 

11. "Galie" - Galie (1984)


De todos los álbumes presentados en esta lista, quizás este sea el más difícil de conseguir, por el auténtico anonimato de la banda, y por su falta de datos adicionales que complementen la información sobre esta obra. Por lo poco que sé, se trata de una banda tapatía que en los ochentas alcanzó a grabar 2 álbumes, este y otro de un corte musical muy diferente y decepcionante. Pero centrémonos en esta obra. Se trata de un álbum sorprendentemente accesible, con música que coquetea mucho con la melodicidad y los sonidos entrañables, muy cercano a lo que hacía Camel en Inglaterra, en los años setenta. Son canciones instrumentales que destacan por su enorme belleza, sencillez y ambientación apacible. Con mayoría de instrumentos orgánicos, sólo es posible escuchar un bajo eléctrico y algún sintetizador por ahí, pero los sonidos principales son de una guitarra acústica y un hermoso piano. Con todos estos elementos, se me hace increíble que la obra sea poco accesible, y poco reconocida. Tan sólo la inicial, apropiadamente titulada "Obertura", es de una belleza inmensa, con secciones tan sencillas en estructura como ricas en melodías hermosas y ambientaciones delicadas. Pero lo mismo sucede con el resto de las canciones, destacando la belleza de "Galie", la melodicidad de "Sulap" o el virtuosismo de "El Último Sueño de Paganini". Así que podemos decir que, de todos los álbumes presentados en esta lista, éste, además de ser el más difícil de conseguir, también es el más bello de todos, el más sutil, delicado y sensible. Una obra sin igual en la historia del rock nacional.

10. "Cicatrices" - Real de Catorce (1998)


Para inaugurar el top 10 de esta lista, tenemos a una de las bandas más emblemáticas del rock nacional, una que siempre se ha caracterizado por su elegante sonido bluesero, con letras poéticas y una sensibilidad sin igual. La banda liderada por el genial José Cruz nos entrega una de sus obras más destacadas. Ahora bien, sé que quizás la banda tenga mejores obras, pero esta lista es meramente personal, y a mi gusto, este álbum es el más fino y el que mayor valor artístico tiene, a mi parecer. De alguna manera, el sonido en este álbum es mucho más orgánico que en entregas anteriores, y ello se debe a la limpieza de la producción, y al buen trato que se le dio a los sonidos en la mezcla final. Así, tenemos un álbum completo que abre con ese delicioso blues titulado "Cicatrices", pasando por la alegría rockera de "Bebimos y Vivimos", la exquisitez del latin rock en "No Me Dejes Por Favor", la energía de la genial "Labios Rotos", pasando por la sensualidad de "Mujer Liviana", "Lila"o "Prendas de Algodón", la tristeza innata y a veces cómica de "Un Largo Rato", "La Venenosa", "Ogarrio" o ese deleite final titulado "El Anticuario", e incluso una breve experimentación en la argentinizada "La Buenos Aires" o en la vanguardista "Hikuri". De todo a todo, este álbum es una obra maestra, un álbum perfecto que no tiene ninguna falla y que, amemos o no al rock, nos identificaremos con la honestidad brutal tanto de las letras como de la música de esta brillante entrega musical. 

9. "Bueninvento" - Julieta Venegas (2000)


El segundo disco de la originaria de Tijuana es un trabajo excepcional que nos demuestra el poderío que tenía esta mujer en sus mejores años. La obra es bastante intrincada, con momentos de una rabiosidad brillantemente expresada tanto en las letras, como en la música, pero sobre todo, en el excepcional rango vocal que tenía la talentosa cantante. No se trata de un rock agresivo como tal, las guitarras no son el elemento más recurrente a lo largo del álbum, de hecho lo es el poderío de la voz, aunque en un aspecto instrumental, este álbum es también bastante rico, teniendo una serie de sonidos diversos incluidos a lo largo de los 14 temas que conforman a la obra. Por ejemplo, la inicial "Fe", tiene, además de guitarra, bajo y batería, un órgano Hammond, unas trompetas, y algún otro sintetizador que suena a lo lejos. Pero hablando de poderío, tenemos temas increíbles como "Hoy No Quiero", con esa letra fulminante, "Voluntad" la cual expresa el sentir de muchas mujeres, "Flor", quizás la canción más pesada de todo el álbum, "Todo Inventamos" con su pesimismo brutal, u "Otro Sol" y sus atmósferas grises y nada optimistas. Como contraparte, tenemos temas un tanto más esperanzadores, como la espectacular "Sería Feliz" o la brillante "Instantánea", uno de los momentos más brillantes de la historia del rock nacional. Además, otros temas destacados son la genial "Casa Abandonada", la inusual "Enero y Abril", la versión de "Siempre en Mi Mente", original de Juan Gabriel, o esa hermosura que cierra el álbum, titulada "Sueño de Sombras". Sin duda, estamos ante el que a mi parecer, es el álbum más brillante de la tijuanense, un álbum poderoso en una época en la que las mujeres no tenían poder alguno dentro del rock, y que lamentablemente, la misma Venegas habría de quitarse por sí sola ese poder con sus álbumes posteriores. 

8. "No Vayamos A Irnos Sin El Mar" - Arturo Meza (1983)


Arturo Meza es una de las figuras musicales más respetadas dentro de la escena subterránea nacional, con más de 4 décadas de trayectoria, sus inicios se dieron en agrupaciones progresivas como Decibel, pero posteriormente decidió grabar su primer álbum solista titulado "No vayamos a irnos sin el mar", una obra musical rica en sonidos autóctonos, y con letras hechas de adaptaciones de textos indígenas e incluso algunos de ellos prehispánicos. Así, tenemos una decena de canciones entrañables, con un sentido folclórico único y por demás memorable. A mediados de los ochenta, nadie quería sonar autóctono, menos en el rock. Los sintetizadores y las guitarras eléctricas eran los instrumentos insignia de casi todas las bandas. Pero el buen Arturo Meza quería homenajear las raíces del mexicano, con una obra tan vanguardista como nostálgica, y el resultado es este brillante trabajo. Desde la inicial "Canto Triste" a manera de marcha fúnebre prehispánica, hasta el épico final de "Al Amor Fraterno", siempre se prepondera el uso de instrumentos típicos de las diversas regiones de nuestro país. Así, temas como "Flores Nuevas", "Me Pesa En El Corazón La Vida Que Estoy Llevando" o "Canto Por Niño" son meros homenajes a la música tradicional de nuestro país. Además hay otro tipo de canciones más orientadas al folk, como esa delicia llamada "Misión del Poeta", una hermosura que además está adornada por la voz de Carmen Leñero, o ese instante de sensibilidad genuina titulada "La Partida", de la que se extrae el título del álbum. Más adelante, otras bandas harían el mismo trabajo de rescatar sonidos autóctonos para mezclarlos en un álbum de rock, algunas con rotundos fracasos y otras con trabajos realmente buenos, pero la obra primigenia en ese sentido, que se lo tomó en serio, fue esta maravilla hoy olvidada.

7. "Y Murió La Tarde" - Nirgal Vallis (1985)


Otra obra brillante del periodo progresivo ochentero en México, una obra comparable a los trabajos realizados en Europa, con canciones que entrelazan el uso de instrumentos convencionales con sintetizadores, los cuales además terminan por ser la estrella del álbum gracias al trabajo del virtuosísimo José Luis Fernández Ledesma, quien a la postre sería una leyenda del rock progresivo nacional. La obra tiene canciones que rondan la genialidad, y temas que reflejan los alcances que el rock pudo tener en México. A pesar de todo, las canciones no son cerebrales; sorprendentemente son temas demasiado accesibles, ya sea por su belleza natural, por sus secciones melódicas y perfectamente delimitadas, o por el uso de una voz principal femenina, que engalana los sonidos de por sí finísimos. Por ejemplo "La Espera (Un Ser Llamado Muerte)" es un tema hermosísimo, en el que no hay una sola percusión, pero en el que los sonidos se plasman de una forma tan sutil y tan cuidada que termina por ser una auténtica caricia para los oídos. El tema homónimo es más extenso, pero como decía, tiene secciones muy delimitadas y de una melodicidad que reducen mucho su complejidad, por lo que los casi 10 minutos de duración no se sentirán en absoluto. Por su parte, "Hiperdulia Al Fracaso" es una canción casi pop, pero de una brillantez también notable. Y qué decir del tema central, titulado "Memorias De Un Cometa", una suite progresiva que nada le pide a los trabajos europeos de los años setenta. Los primeros 4 minutos de la canción son para escucharlos una y otra vez, por su complejidad, su perfección, su ensamble armónico sin igual y su uso del ritmo en tiempos complejos pero siempre coherentes. Es un despliegue musical de una perfección absoluta, una lección gratuita de música en términos estrictamente académicos en 4 minutos. Con este solo instante musical, el álbum ya se merece un lugar en la historia del rock nacional. 

6. "El Fluir" - La Barranca (2005)


También estoy cierto que La Barranca seguramente tenga mejores álbumes que el presentado en 2005, sin embargo, este es mi preferido por su corte rockero pesado y poderoso. Todo el álbum es una muestra del poderío de las guitarras, algo que extrañamente muchas bandas de rock mexicano habían evitado hacer, por alguna razón desconocida. José Manuel Aguilera decidió reclutar al brillante Alejandro Otaola para ser el segundo guitarrista en esta obra, y no pudo haber un acierto mayor, pues el virtuosismo del destacado músico añadió un elemento único que hace de este álbum uno de los mejores despliegues de guitarra de la historia del rock nacional, además claro, de sus aportes en la composición de canciones clave en el álbum. La obra inicia con la poderosa "Dormir Sin Miedo", y de ahí pasa a un tema de rock con mucho sabor en "Por Donde Pasas", que nos recuerda mucho a los trabajos anteriores de la banda. Pero en "El Fluir" nos encontramos con el primer despliegue musical de altísimo nivel, un jam poderosamente emotivo  gracias a su naturaleza creciente, y es sin duda una de las grandes joyas del álbum. "Zafiro" es otro tema interesante, mucho más discreto que su predecesor, y en "Pare de Sufrir" nos volvemos a topar con un rock poderoso, muy al estilo del King Crimson noventero y de principios de los dosmiles, en un ritmo de 11/8 complicadísimo. "Una Tarde En La Vida" es un delicioso homenaje a la belleza de los atardeceres, y "Usumacinta" es otro tema destacadísimo en el que el aporte de Otaola es más que evidente, una canción sin estructura, que está en constante movimiento y que no nos costará nada de trabajo descubrir la genialidad innata en ella. Por su parte, "Ser Un Destello" es una canción de bajo perfil aparentemente, pero que con un par de escuchas descubriremos que es otra de las joyas del álbum. Ya hacia el final, tenemos la discreta "El Cinturón De Orión", la emocionante "Río" y la brillante "Hendrix", para cerrar de forma espléndida con "Si Acaso Hay Vida", y redonder una obr maestra del rock nacional, y uno de mis discos favoritos de toda la vida.

5. "Re" - Café Tacuba (1994)


¿Qué se puede decir de esta obra que no se haya dicho ya en múltiples ocasiones, por múltiples publicaciones de múltiples lugares del planeta? Es una insignia de la música nacional, del rock mexicano y de la fusión que éste puede tener con otros géneros más autóctonos. Es un álbum emocionante de principio a fin, que en ningún momento nos aburrirá por su inagotable paleta de colores, de posibilidades y de sonidos que llenarán nuestros oídos de un sentimiento de amor a nuestras raíces, y de asombro por lo lejos que puede llegar esta música que en apariencia es tan limitada por su naturaleza autóctona. Esta obra catapultó a los Tacu)bos al reconocimiento mundial, como una de las agrupaciones más propositivas de toda América Latina. Y es que es imposible no sentir afección por un trabajo tan bien hecho y tan genuino como este. Mira que el collage de sonidos jamás nos incomoda, y podemos escuchar el huapango seguido del norteño, para pasar al funk, y de ahí al industrial, para regresar a un bolero y así seguir, pasando por la bossa nova, el pop, la música de banda, el jarocho, el rock duro, la música disco, el mambo y cha cha chá, entre otros. Sonidos que ya conocíamos, pero no de esta forma. Y la verdad, qué bien suenan cuando se les da el manejo correcto. Una obra como esta, es irrepetible, jamás nadie podrá lograr esta combinación tan caótica y tan perfecta, como lo hicieron los satelucos en el lejano 1994. ¿Mi canción favorita? Creo que "Trópico de Cáncer" es uno de los más grandes temas jamás escritos en este país. 

4. "Flüght" - Flüght (1982)


Un asombroso álbum progresivo, de esos que dejan entrever el enorme talento, virtuosismo y capacidad musical que tenían los músicos. Se trataba de un dueto, conformado por Sergio de Labra en los pianos y sintetizadores, y Víctor Ruiz en las guitarras, que con muchas complicaciones y años de esfuerzo, lograron publicar esta obra maestra que, como era de esperarse, tuvo poco éxito y reconocimiento, a pesar de tratarse de una obra maestra musical, algo que en México no se había escuchado, y difícilmente se volverá a escuchar con este nivel de perfección y maestría. Son sólo 2 temas los que conforman esta obra monumental. Dos "canciones" que nos regalan hermosos paisajes musicales, que me recuerdan mucho al trabajo de uno de mis ídolos musicales de todos los tiempos, el alemán Klaus Schulze, y que dejaron la vara muy alta no sólo para las demás agrupaciones progresivas de aquellos años, sino para el propio dueto, que no pudo igualar su trabajo hecho en esta obra homónima. Cada uno de los temas tiene, digamos, su propia personalidad. "Transparencias" es un tema mucho más académico, en el que el uso preponderante del piano como elemento principal le añade un carácter elegante, de altura a la obra. Si a ello le agregamos el excelente uso de los sintetizadores en momentos clave de la obra, más el perfecto acompañamiento barroco de la guitarra, el resultado es una obra monumental de 21 minutos de duración, y de una estabilidad en cuanto a la calidad proyectada, y un vaivén en cuanto a la emotividad de cada una de las secciones que le conforman. Mientras tanto, "En Un Viejo Castillo" es un tema mucho más espacial. Claro que también tiene su alto grado de dificultad, pero su naturaleza es mucho más alucinante que matemática. Los sonidos electrónicos que deambulan sobre las precisas notas de guitarra, las cuales a su vez se sostienen en una sólida base de bajo que, más que un acompañamiento, es un protagonista más de la obra, hacen que los casi 17 minutos de duración de esta pieza sean un auténtico viaje a nuestro interior, a nuestras memorias y a lugares que quizás hayamos explorado o no. Otro álbum con estos elementos, con esta calidad y con esta perfección, no existe en toda la historia del rock nacional.

3. "Hombre Sintetizador" - Zurdok (1999)


En 1997 el rock en México tuvo una especie de resurgimiento, con bandas como Molotov o Plastilina Mosh que hicieron muchísimo ruido, pero que no tenían una sustancia musical sostenible. En ese mismo año, en Monterrey surgió una banda que no tenía un estilo definido. Por un lado, parecían metaleros, y por otro, hacían un rock pop muy a la Beatle, con bastante talento para ello. Pero fue en 1999 que esta banda, llamada Zurdok, publicó su segundo y mejor trabajo, uno en el que su estilo quedaría mejor definido. Una mezcla de britpop con enormes homenajes a las melodías de los Beatles y un destello a las armonías de los Beach Boys, en un álbum muy serio para el rock nacional, que siempre se ha caracterizado por tomarse todo "de desmadre" y nada con profundidad. Así surgió Hombre Sintetizador, una obra monumental del rock nacional, con canciones muy buenas en su gran mayoría, y que no le piden nada al rock anglosajón de la época. Temas como la poderosa "Abre Los Ojos", la hermosa "¿Cuántos Pasos?", la genial y alucinante "De Llegar Al Final", la pegajosa "Si Me Advertí", la espectacular "Espacio" o la coda climática "Luna" hacen que este álbum sea uno de los mejores momentos del rock mexicano, con todo y que no alcanzó el suficiente reconocimiento, precisamente porque no "echaban desmadre" y porque era más divertido escuchar a Molotov y su Apocalipshit, que hacía reír pero que no ofrecía nada más que una serie de temas escatológicos, tal cual. Pero regresando al álbum, para todos los amantes de los Beatles, del rock británico en general, esta obra les va a encantar, cada segundo, cada detalle, cada arreglo, cada armonía, nos lleva inevitablemente a la elegancia y fineza de la música echa en aquel país. Aún recuerdo cuando lo escuché por primera vez hace 20 años, con mi hermano, y lo emocionados que estábamos de escuchar esta música tan bien hecha, y tan mexicana. 

2. "Queen Of The Murder Scene" - The Warning (2018)


¿Quiénes son The Warning? ¿Qué hacen en una lista de 15 álbumes esenciales de México? Algunos les llaman la salvación del rock, otros las catalogan como la banda que resucitó a Hendrix, al Zeppelin y a Sabbath, otros más dicen que se trata de la banda insignia para el futuro del rock a nivel mundial. Y no lo digo yo, lo dice gente especializada no sólo de México, sino de todo el mundo. Así es, The Warning es la esperanza del rock a nivel mundial, y son mexicanas. Todos sabemos que el rock está en crisis, en peligro de extinción, y es una bocanada de aire fresco escuchar un álbum como este, porque rescata todos esos elementos que han hecho del rock el género musical por excelencia de los últimos 70 años. Así que, respondiendo a las preguntas iniciales, The Warning es un power trío conformado por 3 hermanas regiomontanas llamadas Daniela, Paulina y Alejandra Villarreal, de 20, 18 y 15 años de edad, respectivamente. Y la razón por la que están en esta lista es porque su segundo álbum, Queen Of The Murder Scene de 2018, es una obra maestra del rock. Así sin más. No es un prospecto de buen álbum, no es un álbum de transición, es una obra maestra del rock. Con riffs de guitarra estupendos, notas precisas y poderosas del bajo, y un virtuosismo jamás visto a nivel nacional en la batería para una banda de rock, las canciones del álbum además nos cuentan una oscura y trágica historia de amor, obsesión, y asesinato, como lo anticipa el título de la obra. Una temática muy obscura para 3 adolescentes, pero que va muy bien con la energía y poder rockero de la música, en temas tan buenos como la apabullante "Dust To Dust", la perturbadoramente bella "Crimson Queen", la protometalera "Ugh", la escalofriante "Stalker", la dinámica y pegajosa "Red Hands Never Fade", el auténtico himno que es "Sinister Smiles", la thrashera "Dull Knives", la genial desde su riff "Hunter" y sobre todo, ese portento, ese homenaje al metal clásico, esa pieza de perfección rockera, inigualable y majestuosa, titulada homónimamente "Queen Of The Murder Scene". Entonces sí, tenemos aquí a la salvación del rock a nivel mundial. A nivel nacional no, porque lleva años sin tener salvación como tal. Pero aún si no termina por salvar al rock (una tarea injustamente titánica para las 3 virtuosas hermanas), este álbum sí queda a la posteridad como una de las pocas obras maestras del rock mexicano. 

1. "Revés/Yo Soy" - Café Tacuba (1999)


Este es mi disco favorito de todos los hechos en México. Es un trabajo altamente experimental, que consta de dos partes principales, la primera de ellas es una colección de experimentos sonoros, que exploran todas las inquietudes de los cuatro músicos, que puede llegar a ser un poco inconsistente, pero que en su naturaleza experimental se puede llegar a comprender, puesto que no es una expresión convencional de música. Son ensayos musicales, algunos de ellos muy hermosos, otros muy extraños, unos más muy asombrosos y otros de bajo perfil. Originalmente la banda quería sólo publicar este trabajo, pero su disquera no se los permitió, por lo que tuvieron que incluir la segunda mitad de la obra, que es la más sustancial, la más hermosa y desgarradora expresión musical de los Tacubos. Y es en esta en la que más nos vamos a centrar, porque la naturaleza íntima de los temas nos lleva a relacionarnos con ellos en más de un sentido. Por ejemplo, la inicial y brutal "El Padre" nos habla del odio que podemos sentir por aquellas figuras que nos marcan, y en las que inevitablemente nos llegaremos a convertir, todo esto acompañado de una música maravillosamente llevada por el ritmo pausado impuesto por la guitarra acústica. "La Locomotora" es eso, un tren musical que no para, que nos lleva en el trance sonoro del que no podemos y no queremos escapar por su hipnotismo y perfección. La dupla de "El Río" y "El Polen" es el momento más hermoso en toda la historia de la música nacional contemporánea. No hay mayor sensibilidad y hermosura en ninguna otra canción, ni le busquen, lo que se encuentra en este par de bellezas no lo encontraremos jamás en otra canción. Mientras que "Dos Niños" es una perturbadora y poderosa canción oscura, sobre todo en su música que roza a ominosidad. Algunos otros temas destacados son la exquisitamente sensible "El Espacio", otro de los puntos más altos de la música nacional, la estructura circular brillantemente orquestada de "El Ave", la alegría de "Bicicleta", y la sensibilidad en la tierna "Lento", con la que cierra esta segunda mitad del álbum. 

Así cerramos también esta lista, que es una expresión meramente personal, no es un cánon ni un diccionario, es mi opinión de 15 álbumes hechos en México, que me tocaron el corazón y el alma, y que son tan parte de mí como lo son mis piernas o mis brazos.