viernes, 27 de enero de 2017

El último verano de Eleanor


2011 fue un buen año para el rock femenino, para la música hecha por mujeres en muchos sentidos. De hecho, a mi modo de ver, los tres mejores álbumes del año fueron realizados por mujeres (e irónicamente, en mi lista personal, el cuarto lugar es para una banda de hombres llamada Girls) y uno de estos grandes discos pertenece a la irreverente y por demás creativa vocalista de los Fiery Furnaces, la genial Eleanor Friedberger, con su estupendo álbum solista llamado Last Summer.

Last Summer es básicamente un álbum de pop... sí, pop del más elemental, sin mezclas extrañas, sin experimentos psicodélicos, sin las excentridades de los antes mencionados Fiery Furnaces, sin nada que podríamos pensar al nombrar a la extraña Friedberger. Simplemente canciones de pop bien hechas, algunas muy alegres, otras no tanto, pero sin olvidar el elemento simple de estructura de canción de pop. ¿Cómo es que un álbum de simple y llano pop es que se considera de los mejores? ¿No se supone que el pop es plástico, vacío, materialista, superficial y poco sustancioso? Pues en teoría no. No porque los máximos exponentes del pop cumplan con los adjetivos antes mencionados, ni porque los artistas poperos de los últimos 37 años lo hayan sido, significa que el género en su totalidad lo sea.

El pop de hecho lo inventaron los Beatles, sin ser tan frívolos como los poperos modernos, sino todo lo contrario. El pop puede ser un género que, bien hecho con talento y un trasfondo artístico, puede superar en calidad a muchos otros más intrincados y de culto.



Pues aquí tenemos al Last Summer de Eleanor Friedberger, que desde la inicial y súper alegre "My Mistakes" nos anuncia que está lejos de pretenciones pseudo artísticas, y que nos espera un álbum sparky, destellante y simple. Y es así durante los casi 40 minutos de duración. Pasaremos por la mística "Inn of the Seventh Ray", la deliciosa y romántica "Heaven", la estupenda y meditativa "Scenes From Bensonhurst" (con su riff de bajo oculto y maravilloso), la funky, alegre y divertida "Roosevelt Island", "Glitter Gold Year" con su ritmo a base de piano casi marchante, la bucólica y hermosa "One Month Marathon", la letra rompecorazones con melodías alegres de "I Wont Fall Apart On You Tonight", la poética "Owl's Head Park" y por último, el cierre eufórico y alegre de "Early Earthquake"; todas barnizadas con un delicioso sonido pop, simple y elegante, que nos facilitará las cosas al escuchar esta maravilla de álbum.

Last Summer es una muestra de lo sencillo que puede resultar el hacer un álbum, con el género más fácil en el que se pueden grabar una serie de canciones, y con la estructura de composición en apariencia más simple de todas, con un resultado maravilloso y esplendoroso. La música del álbum no tiene ninguna restricción cultural, de edad o género. Es un álbum para todos los gustos, es en ello que radica su grandeza y su trascendencia.


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